Escriben: Federico Burgos y Nahuel Mirande (UJS de Azul).-
La creciente
crisis del sistema capitalista ha puesto en jaque a los gobiernos que lo
respaldan. Está claro que las condiciones laborales de los trabajadores no son
favorables para el desempeño de sus funciones y esto ha llevado a elevar las
luchas en los distintos puntos del país.
Los grupos
piqueteros organizados han tomado una relevancia considerable en los últimos años,
aunque dentro de estos movimientos podemos encontrar varias tendencias . Seria
muy ingenuo creer que todas estas corrientes tienen un carácter sumamente
revolucionario. Hay que tener en cuenta que mientras algunos grupos piqueteros
luchan contra el imperialismo y entidades sumamente lucrativas del sistema
capitalista, otras acceden a recibir préstamos de organismos privados como el Banco Mundial (símbolo del imperialismo si
lo hay). Esto demuestra la diversidad ideológica de estos grupos; precisamente, por el hecho de que están
compuestos por las masas.
Los
movimientos piqueteros revolucionarios luchan por los intereses históricos de
la clase obrera y no entran en ese sucio juego de los movimientos asistenciales
que ofrecen los gobiernos burgueses. ¿Cuál es el plan de lucha ante la presión estatal? Se los enfrenta a través de luchas con
reivindicaciones políticas denunciando el sometimiento de estos planes
asistenciales.
Agrupaciones
piqueteras como el Polo Obrero desarrollan un eficaz plan de lucha en el que se
eleva permanentemente la conciencia política, la organización, la capacidad de
lucha de conjunto, la función de las asambleas populares. El movimiento
piquetero es una realidad viva de las masas, que son atravesadas por diversas
corrientes, porque se mueven en la estructura social capitalista. Este sistema
explota las necesidades de las clases damnificadas con el fin de amplificar y
reforzar su dominación sobre ellas.
Una de las
principales funciones de estos grupos es apoyar los conflictos que surgen en la
clase obrera con el fin de obtener una solución favorable a los mismos y luchar
contra el régimen patronal.
Es
importante mencionar la función que cumplen en la lucha contra las crueles
patronales, como por ejemplo, en el caso las fábricas ocupadas. Una clara muestra
es lo ocurrido en Zanon. Las fábricas
son una de las temáticas más interesantes que abordan los movimientos obreros.
Casi simultáneamente al crecimiento de los grupos piqueteros comenzó a
generarse en forma progresiva el de las fábricas ocupadas.
La profunda crisis
del 2001 dejó como consecuencia el vaciamiento de gran cantidad de fábricas y
empresas, dejando a la deriva numerosa de familias obreras. A partir de esto,
los trabajadores comenzaron a plantearse diversas problemáticas para enfrentar
estos procesos de vaciamiento. La gestión obrera es una tendencia de las clases
trabajadoras a la restructuración de la sociedad sobre bases proletarias y
socialistas.
Ya en el
siglo XVI, uno de los grandes pensadores de la época planteaba una interesante
propuesta para el cambio social. Saint-Simon dejaba plasmado por primera vez la idea de realizar
un cambio en la estructura social, mantiene la idea de una sociedad más humana y,
al mismo tiempo, más racional, donde la administración publica pase de mano de
los ociosos (aristócratas, burgueses) a
la de los laboriosos o industriales. Si bien Saint-Simon no es uno de los
pensadores más revolucionarios, es el primero en plantear la idea de una
revolución proletaria.
Retomando con
las fábricas ocupadas, encontramos la formación de cooperativas, en las cuales
actúan las tendencias de reconstruir las bases de un capitalismo roto por uno
totalmente nuevo, que reproduzcan las mismas ideas del anterior. Entonces, lo
que terminan sosteniendo es el trabajo sobre esas bases capitalistas, no
procurarse un crédito independiente, estar sujetas a proveedores y clientes,
actuar en forma tercerizada y cobrar un salario inferior a un obrero de empresa
capitalista, entre otras cuestiones.
La patronal
que quiebra es resarcida con cierta cantidad de dinero y al cabo de dos años
tienen la chance de recuperarla totalmente sobre el sacrificio, la pobreza y la
autoexplotación de sus propios obreros. Lo que planteamos aquí es que esta
reconstrucción debe hacerse sobre bases obreras y socialistas, con una
expropiación definitiva y una gestión
totalmente a cargo de los trabajadores. Sin embargo, hay que destacar que en
las fábricas ocupadas existe una lucha obrera en la que puede verse el
sacrificio, la demanda, el sufrimiento y el arduo trabajo de sus obreros por
resguardar lo que es su única fuente de
trabajo.
Por estos
días tenemos el claro ejemplo de La Papelera Azuleña que está luchando y
resistiendo por su única fuente de trabajo, esperando el visto bueno para poder
formar su propia cooperativa y volver a
poner en funcionamiento la fábrica, luego de la huida de la patronal, la que ya
hace más de cuatro meses que no da respuesta alguna.
En este
suceso hemos observado una verdadera lucha, hemos vivido el sufrimiento, el
dolor, y la bronca de los trabajadores, pero también vimos la perseverancia, la disputa y el sacrificio de estos verdaderos
hombres. Podemos destacar que no solamente observamos el desgaste de los
trabajadores, sino también de su sostén, su familia. La familia de los
papeleros viene jugando un rol importantísimo en esta lucha.
Las
organizaciones políticas y sindicales como el Partido Obrero, la UJS, ATE, CTA,
entre otros, han acompañado en la lucha desde el comienzo. Jorge Moreno
(dirigente del Partido Obrero en Azul) es el representante legal de los
papeleros y ha estado presente en la lucha desde un primer momento, al igual
que los representantes de ATE y la CTA. Es importante mencionar que en la
fábrica se destaca la ausencia del intendente de la Comuna, José Inza, teniendo
en cuenta que hace ya más de 20 días que la planta está tomada y que, a su vez, no ha dado una ayuda
considerable a la solución del conflicto. También es interesante remarcar la
ausencia de agrupaciones políticas como La Cámpora. Esta lucha fue muy intensa
para algunos grupos de juventudes quienes fueron los encargados de hacer
resonar sus tambores en las marchas y acompañar a los trabajadores en la fábrica.
Esto demuestra la maduración de algunas agrupaciones y también la falta de
compromiso de otras.
Si bien esta
lucha está encaminada y es muy probable que los trabajadores puedan llegar a
conformar una merecida cooperativa, va a ser muy difícil superar la pérdida irrecuperable
de un luchador, un compañero, un laburante que no soportó las importunas
negativas, no aceptó verse en esta realidad, no superó ver la injusticia y el
sufrimiento que la lucha estaba afrontando.
Las crueles
patronales llevaron a la muerte a Cristian Lara. El fallecimiento de un
trabajador no se perdona y no se olvida. En este caso, nos preguntamos hasta dónde
puede llegar la frialdad de las patronales explotadoras? si nos les alcanza con
someter a los trabajadores, no les alcanza con ver familias devastadas, no les
alcanza con ver el hambre, entonces que es lo que merecen las patronales?
Esperemos que la justicia comprenda esto y podamos ver de verdad lo que
realmente merecen estos señores.