domingo, 2 de junio de 2013

Des-control de precios


Tapa Prensa Obrera (1270) | En sitio oficial Acá

La Presidenta convocó a los integrantes de La Cámpora al plan “Mirar para Cuidar” (los precios).

Convierte a la “militancia” en una burocracia rentada por el Estado.

Pero ¿qué van a “mirar”?

Los 500 precios “congelados” que anunció el gobierno sólo representan el 2% de los que se ofrecen en supermercados y almacenes.

Para la abrumadora mayoría de los alimentos, el gobierno acaba de autorizar aumentos del orden del 10%.

La nafta, un combustible para la inflación, ya ha aumentado un 33% para alegría de Chevron, British Petroleum, Cristóbal López, Bulgheroni y Sinopec.

Cuando -como suele ocurrir- los productos ‘controlados’ se agoten en las góndolas, la población tendrá que arreglarse con los productos más caros.

Ahora se entiende por qué las cámaras patronales de alimentos consideran al nuevo control de precios como “un progreso”.

El des-control de precios oficial contrasta con el tope a los aumentos de salarios -en cuotas, por debajo de la inflación real.

Para verificar los precios es necesario abrir los libros de los pulpos industriales y comerciales al control popular -o sea abolir el secreto comercial.

Por un salario mínimo igual a la canasta familiar, indexación automática con la inflación, 82% móvil, abolición del impuesto al salario y de los que gravan el consumo personal.

Plaza llena y política vacía


Editorial Prensa Obrera (1270)  |En sitio oficial Acá

El kirchnerismo se apresuró a caracterizar la concentración oficialista del pasado 25 de Mayo como una recuperación de la iniciativa política. Si fue así, duró apenas 48 horas, porque al día siguiente Lanata le ganaba -por varios puntos- nada menos que a Boca en Fútbol para Todos. La agenda pública, el lunes posterior, seguía dominada por la crisis de pagos, el peregrinar de los expedientes de Báez por distintos juzgados nacionales, la remarcación de precios, el impuesto al salario, el anuncio de la intervención de la Corte para dirimir la elección popular del Consejo de la Magistratura, la huelga docente en la provincia de Buenos Aires, el impacto de la derrota de la burocracia en Suteba y hasta las incertidumbres sobre los caprichos de Massa en la elección bonaerense. A la lista habría que agregar el destino de los fondos para las Obras Sociales, las paritarias que están pendientes y el golpe al Mercosur asestado por el torpedeo a la compra de activos de Petrobras por parte de Cristóbal López. Como lo de Lázaro Báez es enlazado por algunos a la licitación de obras hidroeléctricas de la que fueron excluidas contratistas brasileñas, el tema de la corrupción va de la mano de una crisis internacional.

O sea que el acto mostró el poder de movilización del aparato que fue armando el cristinismo, pero no movió el amperímetro de la política. Menos lo logró mover el discurso presidencial, el cual, como siempre, fue autorreferencial, pero que no se detuvo en ningún momento para delinear un programa frente a la crisis. Las llamadas organizaciones sociales del gobierno mostraron que están aceitadas y que operan en un frente único con las intendencias y los gobernadores, pero la movilización operó de arriba hacia abajo, no al revés. La concurrencia fue elevada, pero los aliados del poder son cada vez menos. Herminio Iglesias, un desconocido, juntó casi un millón de personas en la 9 de Julio al final de la campaña de 1983 (bastante más que lo que se juntó el sábado pasado), para enseguida perder las elecciones frente a Alfonsín. Las concentraciones de aparato dejan mucho que desear cuando los asistentes se ven ante un conflicto por sus reivindicaciones o, simplemente, en un cuarto oscuro. El lleno de la Plaza y sus adyacencias puso más en evidencia el vacío político del oficialismo. CFK confesó su enorme soledad al exhibirse en la compañía de Gildo Insfrán y Gerardo Martínez.

El oficialismo apuesta todo ahora a la presentación de una lista nacional única, en una elección parlamentaria por distritos, para la elección de consejeros de la Magistratura. Busca obtener una suerte de votación plebiscitaria para darle aire al relato de la reelección. Las encuestas no hablan en su favor, pero es probable además que la Corte declare inconstitucional la ley que habilita esa elección. ¿Acatará el fallo el oficialismo? ¿Habrá una crisis de poderes? Cristina Fernández no abrió el pico sobre esto, ni de refilón. Si se cae la elección de consejeros, habría que decirle adiós a la ley de blanqueo de capitales, porque ni los carteles mexicanos van a traer dólares ante semejante debilidad política. En ese caso, el dólar paralelo se asemejará a un globo sin piolín.

José Ortiz

Estamos cada vez más yanquis


Por Emilio Pradas (Partido Obrero-UJS, Azul)
Allá por el 2003 y en los albores de la “DeKada Ganada”, el estribillo del tema de Resistencia Suburbana nos refería a cómo la idiosincrasia del pueblo se estaba yanquilizando. Esto era visto desde el punto de vista cultural, pero obviamente, se había hecho su hueco a través de las políticas neoliberales que desde décadas atrás estructuraban la realidad del país. Ya por el 2013, debemos saber que el gobierno kirchnerista no sólo ha profundizado estas medidas neoliberales – impuestazos, devaluación, ajuste, privatización de la educación, flexibilización laboral, reprivatización petrolera, entre otras- sino que se está apuntando a otro tipo de influencia sobre las masas, lo que podría ser visto como la “contrainteligencia militante”.

La intención no es ser apocalíptico ni mucho menos, sino poder encontrar un esbozo realista de las medidas y/o acciones que ha ido tomando el gobierno de Cristina Fernández.

Empezando por lo más cholulo, el tan famoso y adorable Pibe Trosko -personaje virtual de los más conocidos en la actualidad- se ha ido metamorfoseando en un instrumento kirchnerista que avanza sobre lo que hoy es un gran espacio de discusión política: las redes sociales. Tanto Facebook como Twitter se ven inundados por los comentarios pseudo-humorísticos del Pibe, que lleva adelante una eficaz consigna, la ridiculización de la militancia trotskista, que es estrictamente necesaria para el establecimiento absoluto del ideal K de la militancia, el del pragmatismo burocrático que permite emprolijar el sistema para evitar el cambio definitivo.

La única forma que tiene el gobierno para poder correr a la Izquierda es desprestigiándola, para no caer en discusiones serias. No hay excusas para el kirchnerismo ante los reclamos que lo corren por izquierda, más aun cuando ellos realmente creen que su progresismo mentiroso tiene tintes revolucionarios.

Esta “política” es tremendamente triste y violenta, porque acciona contra los trabajadores acusándolos de despreocupados y/o desinteresados por la organización, cayendo en los reduccionismos y creando un relato ficticio; dejando de lado que tras décadas de asistencialismo los trabajadores han sido adoctrinados para reemplazar su original objetivo revolucionario por el conformismo del “antes estábamos peor”.

De la mano de este ataque a la militancia, fundamentalmente a la de izquierda, el Estado ha desarrollado formas de control social (ley antiterrorista, proyecto X, Sistema Federal de Identificación Biométrica –SIBIOS-) en conjunto con el ataque sistemático a las luchas de los trabajadores y la represión policial hacia las mismas. La criminalización de la protesta, negada a rajatabla por los militantes K y orientada sólo al macrismo -socios de los K justamente-, es hoy una política real del Estado. Ejemplos de esto son el crimen de Mariano Ferreyra por parte de la patota sindical de Pedraza, los muertos en Jujuy asesinados por pelear por la vivienda en 2011, el ataque a los Qoms en Formosa, el encarcelamiento de los delegados de ATE en La Plata, el caso de Américo Alejandro Balbuena, oficial de Inteligencia de la Policía Federal infiltrado en la agencia Rodolfo Walsh, entre muchísimos otros.

Haciendo un poco de memoria y yendo varios años atrás, Estados Unidos, y más precisamente el FBI, llevaba adelante el COINTELPRO o Programa de Contrainteligencia, que tenía como propósito investigar y desbaratar las organizaciones políticas disidentes dentro de los Estados Unidos. El documento fundador de COINTELPRO dirigía a agentes del FBI a "exponer, desbaratar, descarriar, desacreditar o de lo contrario neutralizar" las actividades de estos movimientos disidentes y sus líderes.

Nuestro país viene desarrollando de manera descarada métodos de relación directa con lo anteriormente enunciado. Por un lado, la ley antiterrorista impuesta por el Departamento de Estado norteamericano es presentada como una herramienta para perseguir a especuladores, cuando, como lo demuestra el procesamiento a los luchadores y la condena de las huelgas como “extorsivas”, tiene su mira puesta en las luchas obreras y populares. La ley penaliza como ‘terroristas’ las acciones de presión contra el gobierno que sean consideradas delitos, que es como han sido calificados numerosas veces los cortes de ruta y las huelgas declaradas precisamente ‘ilegales’ o las ocupaciones de empresas en proceso de vaciamiento.[i]

De la mano de esta ley, y funcional a la misma, encontramos al Proyecto X, que escarba en las posiciones políticas de los activistas obreros en lucha.

La información reunida por la gendarmería versa sobre las actividades realizadas por organismos de derechos humanos que reclaman por la aparición de Jorge Julio López, por Luciano Arruga, contra la concentración y extranjerización de la tierra, etc. También contiene cuadros que ordenan la información bajo el título de “Calendario de Movilizaciones”, que abarca a varias provincias y organizaciones, como las de los familiares de Cromañón, Madres de Plaza de Mayo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y agrupaciones de trabajadores desocupados. La información contenida en estos archivos no apareció nunca antes en ningún medio de difusión, lo que lleva a concluir que para obtener dicha información se han utilizado diversas formas de espionaje (escuchas ilegales) o de infiltración en las organizaciones por parte de agentes de inteligencia.[ii]

Por otra parte, el SIBIOS - Sistema Federal de Identificación Biométrica-  está completamente integrado con las bases de datos de identificación, que además de los identificadores biométricos, incluyen imagen digital, estado civil, grupo sanguíneo y otras informaciones básicas que se recolectan desde el nacimiento y a través de la vida de las personas. Además, no sólo la Policía Federal tiene acceso a este sistema integrado. SIBIOS fue diseñado para el uso de otras fuerzas de seguridad y organismos, incluyendo la Dirección de Migraciones, la Policía Aeroportuaria y la Gendarmería Nacional, incluso está disponible a las fuerzas policiales y entidades provinciales. Hay que analizar seriamente los riesgos de SIBIOS y las limitaciones e impactos que tiene en las libertades civiles y la protección de datos personales ya que no sólo amenaza la privacidad de los ciudadanos y el derecho a la protección de sus datos personales, sino que también involucra una seria amenaza a los derechos civiles y políticos.[iii]

En la actualidad, vemos cómo se acrecientan estos mecanismos de control, cómo nos sumergimos en un estado policial y cómo la persecución a los luchadores sociales es cada día más visible. La ilegalidad e inconstitucionalidad es manifiesta – siendo denunciada incansablemente por el Partido Obrero-, pero no alcanza sólo con afirmar este punto. Hay que seguir luchando y elevando las banderas de la protesta como derecho natural de aquellos desplazados por el sistema capitalista. No nos conformemos y, menos aún, no dejemos que nos controlen como muñecos. Luchemos y organicémonos para enfrentar el saqueo capitalista.

Definitivamente, la salida es por Izquierda.




[i] http://www.plazademayo.com/2012/02/los-expedientes-secretos-x/
[ii] http://po.org.ar/blog/2013/03/07/proyecto-x-se-confirma-el-espionaje-oficial/
[iii] http://www.vialibre.org.ar/2012/01/10/biometria-en-argentina-la-vigilancia-masiva-como-politica-de-estado/


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