Hacia la puesta en marcha de la fábrica bajo gestión obrera. ¡Ni un paso atrás, compañeros!
CADA VEZ MÁS CERCA
A un año y medio de haber quedado sumidos en el más absoluto de los abandonos por parte de la patronal y de mantener férrea la lucha para volver a trabajar, los papeleros obtuvieron una buena: el Juez en lo Civil y Comercial nro. 3 de Azul, Juan Carlos Tato, rechazó el pedido de los empresarios que buscaban revertir la decisión judicial de fines del 2012, de declaración de quiebra, sobre cuyas bases la ley permite la entrega de la fábrica a la cooperativa obrera que en el caso se ha constituido bajo el nombre del compañero muerto en plena lucha: Pachi Lara.-
Si la firma -sociedad anónima integrada por Abel Amaya y Jorge Scabuzzo, de la que es representante legal Germán Vena- hubiera conseguido su objetivo, habría alcanzado su propósito de frustrar la meta de los trabajadores, de poner en marcha la fábrica y recuperar así el trabajo y los medios de subsistencia para todos ellos y sus familias. Precisamente, los empresarios siempre fueron conscientes de que no estaban en condiciones de solventar las gigantescas deudas que mantienen no sólo con los obreros, sino también con otros acreedores. En todo caso, el pedido de convertir la quiebra en concurso preventivo no puede interpretarse sino como una maniobra más, de todas las que se ha valido la sociedad para perjudicar a los trabajadores que mantienen tomada la fábrica desde hace más de un año.
Como se sabe, los Dres. Bruno Santi y Jorge Moreno -este último, dirigente del Partido Obrero de Azul- vienen trabajando desde los orígenes del conflicto en el aspecto legal para que los papeleros puedan ser repuestos en su derecho al trabajo, mientras un frente de organizaciones políticas, sindicales, sociales y estudiantiles le han dado marco a la lucha junto a los trabajadores a través de distintas acciones, como movilizaciones, colectas, festivales, entre otras.
La resolución que echó por tierra las intenciones de los empresarios