Y CONTRA EL PUEBLO: REPRESIÓN
29/12 – 18:30 -(R. Lasagno/Agencia OPI Santa Cruz) Máximo Kirchner y
Rudy Ulloa manejan las estrategias para sacar del medio al actual gobernador y
su gabinete, con el fin de hacerse del poder en la provincia. Las acciones de
esta tarde dan cuenta del giro grosero que tomaron los actores de La Cámpora,
desnudando sus verdaderas intenciones. Los proyectos de Emergencia y de reforma
previsional fueron ordenados por Cristina y elaborados por el equipo de La
Cámpora y bajado a la Cámara por Peralta. Ahora dicen desconocerlo porque
pretenden no pagar el costo político y debilitar al gobierno.
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El efecto residual que deja este conflicto en Santa Cruz es letal para la
institucionalidad de la provincia.
Una vez más el kirchnerismo activó
todos los mecanismos tendientes a quedarse con el poder, así como lo
venimos anunciando desde hace mucho tiempo atrás y lo puso de manifiesto en la
historia reciente, cuando impulsó el golpe político contra Sergio Acevedo y
Carlos Sancho.
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Por estas horas, el gobernador Peralta, indican las fuentes, se encuentra
reunido con su gabinete y se discute dentro del partido la división de
lealtades, la cual quedó plenamente establecida en del recinto de la Cámara de
diputados, donde (también lo informamos en varias oportunidades) existen tres
grupos de diputados claramente determinados que mantienen posiciones políticas
encontradas.
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Las fuentes señalan que por orden de Rudy Ulloa la Ministra de Gobierno Paola
Knop y el Ministro Secretario, Francisco Anglesio (ambos funcionarios de La
Cámpora recién asumidos) presentarían su renuncia (aún no esta decidido
oficialmente) y que la misma orden habrían recibido los diputados de esa
agrupación Mauricio Gómez Bull y Matías Bessi y el Jefe de Policía; “
con
esta maniobra lo que hacen es sacarle apoyo político a
Peralta – indicó la fuente –
y ante el electorado salvan la
responsabilidad política, al aparecer como que no avalan los proyectos
de emergencia y de reforma jubilatoria que mandó el Ejecutivo a la Cámara,
cuando hasta hace 10 horas atrás lo defendían a muerte”.
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El problema que tiene la estrategia de Máximo y de Rudy es que nuestras
fuentes señalan con total seguridad, que los proyectos de emergencia y de
reforma previsional
fueron ordenados por la presidenta, elaborado en
borrador por Carlos Zanini y redactado por La Cámpora a instancias del
hijo de la presidenta. De esta manera el paquete de reformas fue “l
a
condición para que la nación siguiera ayudando a la provincia”, aunque las
mismas fuentes no dudan en calificar a este argumento como falaz, “
Cristina
sabía los riesgos que había si esto se presentaba de esta manera y como nadie
cree en las casualidades, aquí (en gobierno) todos piensan que cada paso que
dieron estaba programado, con un plan A y un plan B”. Nuestra fuente
prosiguió en su análisis; “
el plan A era: los proyectos entran; debido a la
fecha no hay presión social (la presión política no existe en Santa Cruz), los
diputados las aprueban y como tantas otras leyes, se implementaría sin retoques.
Plan B (de la Cámpora): si la situación se desmadra, inmediatamente nos abrimos
del proyecto, decimos que nunca estuvimos de acuerdo y nos retiramos. Sin apoyo
político el gobernador cae y el gobierno nacional entra con un Interventor, que
vendría a ser un “salvador encubierto”, pero políticamente nada cambiaría, el
kirchnerismo seguiría gobernando, solo que a través de la Cámpora”, nos
explicaron.
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El problema que enfrenta el kirchnerismo, es que el actual gobernador no ha
cumplido el tiempo mínimo de permanencia en el cargo, razón por lo cual, de
renunciar,
constitucionalmente corresponde llamar a elecciones.
En las actuales condiciones del PJ y siendo pública la manipulación (una vez
más) de la institucionalidad de la provincia, el FPV tendría enromes chances de
perder en manos de un candidato de la oposición (que hipotéticamente podría ser
el mismo Eduardo Costa). Tal escenario no le es favorable al oficialismo, quien
nunca pensó que en Santa Cruz se podría volver a repetir la reacción de los
gremios como aquella del año 2007.
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Dentro del gobierno provincial hay fuentes que descartaron de plano la
renuncia del gobernador,
pero reconocieron que es muy difícil que
Peralta pueda gobernar con todo el aparato político en contra, ya que
los Intendentes (por orden natural y por necesidad financiera) están ligados con
el gobierno nacional. Por otra parte consideran imposible sostener un gobierno
provincial sin el apoyo de la presidenta, por cuanto Santa Cruz depende
financieramente del gobierno central. Esta situación habría generado la
posibilidad de que el gobernador Peralta amenazara con presentar su renuncia, a
pocos días de haber asumido su nuevo mandato.
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La situación política de Santa Cruz es grave y en las próximas horas se
conocerán las novedades que marcarán a futuro el destino de la institucionalidad
de la provincia. Los mismos actores que hace 5 años atrás, dirán si prevalece el
respeto por el pueblo que vota o el egoísmo partidario que motiva la
concentración de poder. (R. Lasagno/Agencia OPI Santa Cruz)