miércoles, 10 de abril de 2013

MARIANO FERREYRA: EL 19 SE CONOCERÁ EL VEREDICTO EN EL JUICIO CONTRA LOS RESPONSABLES DE SU ASESINATO





Otro crimen social más y van…

Eduardo Grüner, en IPS Karl Marx 
1.
Otra vez. No terminamos de procesar lo de Once, y siguen los muertos. A esta altura ya es una perogrullada decir que –si bien todos los muertos son indignantes porque son todos igualmente víctimas de la perversión del sistema- son siemprelos trabajadores, los pobres, los sectores marginados y excluidos los que sufren las peores consecuencias: no solo porque son más vulnerables y están más desprotegidos por las deficiencias edilicias, la escasez de infraestructura o la precariedad (cuando no directa inexistencia) de sus servicios asistenciales; también por su carencia de recursos simbólicos, de acceso a la opinión pública, de organización social, en fin, por el hundimiento en aquello que clásicamente Oscar Lewis llamaba cultura de la pobreza . Una “cultura” que se ha terminado transformando en una verdadera “segunda naturaleza”, que les impide hacer frente adecuadamente a la “primera”, cuando esta se derrumba sobre sus cabezas, y que ninguna AUH alcanzará, y cada vez menos, a paliar. Es una consecuencia perfectamente lógica del capitalismo, desde ya: el capitalismo no es únicamente un modo de producción extractor de plusvalía, sino –como efecto multiplicado de su “base económica”- un sistema sociometabólico (como lo llama Istvan Meszarós) que afecta a latotalidad de la vida de todos los que vivimos atrapados en sus mallas, pero de manera especialmente dramática a los “humillados y ofendidos” por necesidad del sistema: desde el deterioro de las condiciones de vivienda hasta la caóticamente desigual distribución del espacio urbano, desde la peligrosidad de las redes de transporte a la sobrecontaminación del aire o la superpolución sonora, y por supuesto la insuficiencia de elementales defensas eficaces contra las inundaciones y otras catástrofes “climáticas”, los efectos de un sistema en el cual –como decía el Marx de los Grundrisse – “el hombre es apenas un medio , y el fin es la reproducción de la ganancia”, se hacen sentir de manera trágica sobre aquellos hombres y mujeres que son más medios que otros. Si hay capitalismo, no hay “catástrofes naturales”: los desastres meteorológicos también son una materia prima y un escenario de la lucha de clases. Siempre hay que estar repitiendo estas generalidades, porque siempre corren el riesgo de quedar desplazadas de la vista por las disquisiciones ad infinitum o las discusiones bizantinas (con todo el debido respeto a la exquisita cultura bizantina) a propósito de quien / es detenta / n las responsabilidades particulares e inmediatas. Pero, atención: al mismo tiempo hay que saber que, en sí mismas, son generalidades que corren su propio riesgo, inverso al anterior: el de transformarse en abstracciones verdaderas, sí, pero que terminen diluyendo en la generalización las responsabilidades particulares e inmediatas, que efectivamente existen. Las sociedades capitalistas no son todas iguales: Amsterdam, por caso, es una ciudad virtualmente construida sobre el agua, y donde llueve mucho; nunca se ha sabido que un día de precipitaciones pluviales excesivas causara medio centenar de muertos. Aquí no se trata de postular las ventajas de un mundo “primero” sobre otro “tercero”, mucho menos de afirmar que hay capitalismos “mejores” que otros –después de todo, un país de imperfectísimo “socialismo” y de desarrollo económico y tecnológico incomparablemente menor no digamos ya a Holanda, sino a la Argentina, como Cuba, ha podido capear con menos pérdidas humanas temporales y huracanes mucho peores que las lluvias de Buenos Aires o La Plata: simplemente, les importa un poco más eso que se llama “la gente”-. Pero sí se trata de decir que, si todo capitalismo es por definición “salvaje”, en el nuestro el salvajismo descontrolado de las complicidades entre las clases dominantes, el Estado y los cómicamente denominados “representantes” del pueblo y de la clase política transforma a esa entente (lo supimos siempre, lo supimos de nuevo hace poquito por Once, lo seguimos sabiendo hoy mismo) en una horda “objetivamente” –y a veces muy subjetivamente- embarcada en la siniestra serialidad de los “crímenes sociales”.
2.

Ocultar la verdad ¿Método de La Cámpora?

–Bajá la cámara –le ordena un muchacho con remera de La Cámpora y campera negra.

–¿Cómo? –responde Fabio.

–Que bajes la cámara.

–¿Por qué?

–No. Para qué estás filmando.

–Este es mi barrio.

–Pero bueno, después vienen, nos quieren hacer escraches por cosas que no hacemos.


En ese momento, el militante le tapa la cámara con la mano. Los vecinos comienzan a advertir la situación. “Soltá la cámara”, le repite varias veces Fabio al camporista, hasta que la presión de los vecinos provoca que el agresor se retire. Sin embargo, el clima de tensión permanecía. Fabio filma a un militante que hace gestos que parecen recomendar que se golpee a alguien (minuto 3:31, el gesto de cachetear la cara es realizado por un joven de pelo negro que aparece detrás de un militante con la remera blanca, sindicado por los realizadores del video como el jefe del grupo).


Un incidente patoteril y censurador protagonizado por la juventud kirchnerista permite señalar su rol regimentador. Publicación completa y video: ACÁ



Asesinato de Mariano Ferreyra:Las escuchas “marcan un entrelazamiento sin precedentes” entre sindicato y Estado

FRAGMENTOS DE LAS ESCUCHAS


Jorge Altamira:  Los sindicatos son manejados en directa colaboración con el Estado. Y esto es lo que configura, entre otros elementos, el carácter de este asesinato como crimen político.

Dónde ver “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?”


La película tiene los mejores promedios de espectadores por cantidad de sala de los últimos estrenos. Vamos todos a verla, es un aporte clave a la lucha por justicia por Mariano Ferreyra y los compañeros heridos por la patota criminal. Justicia por Mariano

Para consultar dónde y a qué hora podés verla, entrá acá: ACÁ





La Comisión Interna de la TV Pública repudia la demonización de Juan Miceli

Publicado en: Señales

La comisión interna del noticiero de la TV Pública repudia la demonización del periodista Juan Miceli, desatada luego de que el conductor de Visión 7 Mediodía le preguntara al diputado Andrés Larroque acerca del uso de pecheras de La Cámpora y otras agrupaciones de Unidos y Organizados durante las tareas de acopio y reparto de las donaciones realizadas por las víctimas de la inundación en La Plata. Esta campaña, con centro en el programa 678, se ha extendido por una importante cantidad de medios
La irritación que provoca la pregunta de Miceli se explica con facilidad: preguntar sin condicionamientos no forma parte de la idea de periodismo y libertad de expresión que le agradaría al diputado Larroque.
Esto le valió al compañero Miceli ser calificado por 678 como “vocero de la derecha”, “periodista del establishment”, y “corporativo”.
Estas calificaciones son las que generan las condiciones para someter a escarnio a un periodista que trabaja hace tres años como una de las caras mas conocidas del noticiero de la TV Pública, y no tiene ninguna vinculación actual con el Grupo Clarín.
La reacción de Larroque, que increpó a Miceli preguntándole su nombre al aire, es un claro intento de intimidación, y en la que demuestra desconocer que este es un canal público y no gubernamental. Esta pregunta fue convenientemente editada y eliminada en la versión de los hechos presentada por los programas producidos por Diego Gvirtz, en un acto de manipulación.
Luego de eso, se pasó a la demonización, homologando un periodista individual a una corporación y utilizando el archivo como arma de demolición a la carta, con un claro objetivo: actuar de manera ejemplificadora a través del miedo para evitar la repetición de similares actos de “rebeldía”.
La etapa siguiente del escarnio es instalar la idea de que la pregunta de Miceli a Larroque fue el detonante de los incidentes entre militantes oficialistas y supuestos integrantes de la UOCRA, una narración conspirativa planteada explícitamente por el diputado Juan Cabandié y difundida por nuestro noticiero. Por lo tanto, es necesario aclarar que eso nada tiene que ver con la opinión de los periodistas trabajadores de prensa de Canal 7.
El pluralismo de la TV Pública no le debe nada a las autoridades de la empresa, sino a una historia de lucha y compromiso en defensa de los medios públicos y la democratización de la información que no empezó en 2003, sino mucho antes.
Sería bueno preguntarse qué tipo de política –y particularmente- qué clase de política de medios y de comunicación tienen aquellos que califican de“antipolítica” las preguntas incómodas y las críticas a las decisiones, acciones y discursos del gobierno, vengan de donde vengan, acertadas o no, pero de cualquier manera legítimas para los trabajadores de prensa.
En ese sentido, reivindicamos el absoluto e incuestionable derecho de los periodistas de la TV Pública, y de todos los demás medios, a ejercer su profesión libremente y sin condicionamientos de ninguna índole, lo que incluye los del poder político de turno.

Comisión Interna del Noticiero de Canal 7
César Nenna, Agustín Lecchi, Norberto González, Jorge Rodríguez

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