El
oficialismo y toda la oposición patronal, recién ahora, en pleno desarrollo de
la etapa preelectoral, han incorporado a sus “programas” el tema del impuesto
al salario, debatiendo elevar el mínimo no imponible de la cuarta categoría. El Partido Obrero lo
viene denunciando desde que se lo impuso (1992) que es arbitrario e ilegal
considerar al salario de los trabajadores comprendidos en esa categoría como
ganancia e imponerles como carga tributaria el mismo porcentaje que pagan las
corporaciones (35 %). Mientras a los trabajadores se les realiza el descuento
religiosamente a través de los agentes de retención (la patronal), las mismas
patronales evaden abonarlo con la complicidad de profesionales expertos en
falsear balances y declaraciones juradas y del propio Estado con funcionarios
corruptos de la AFIP.-
Por esa
razón, la única solución posible para la clase trabajadora en su conjunto es
bregar por la total derogación de esa categoría y no por la elevación del monto
del mínimo no imponible.-
Los que resulten excluidos a consecuencia de
esa elevación, en escasísimo tiempo, a
consecuencia de la inflación y de los consecuentes aumentos del salario
volverían a ingresar como contribuyentes. El ejemplo más contundente es que en
el 2001 lo abonaban el 9,7 % y en la actualidad lo hace el 30 %. En el
transcurso de este año, precisamente a raíz del aumento de los salarios
conseguidos en paritarias, ingresaron como nuevos obligados 500.000
trabajadores más, por lo que los afectados serán aproximadamente 3.000.000.-
Según el
Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) el impuesto sobre el salario ha
absorbido en los últimos dos años entre el 45 % y el 82 % del aguinaldo total
de 2013. Sí se suma a este impuesto directo
otros del mismo tipo –aportes personales a la previsión social- y otros
indirectos –IVA, inmobiliario de la vivienda única e ingresos brutos al consumo
propio-, se advierte que el fisco confisca el 55% del salario de los
trabajadores quienes, aparte de sufrir este embate contra el salario, también
deben soportar otros gastos que no han sido compensados por un correlativo
aumento salarial, como son los resultantes de la privatización de la salud, la
educación y los demás servicios públicos y los aumentos de las tasas del ABL.-
Los
ingresos provenientes de este saqueo a los trabajadores son aplicados al pago
de una deuda pública usuraria que ha convertido al Estado en un instrumento de
la presión confiscatoria del capital financiero sobre los trabajadores y
también a subsidiar a diversos sectores empresariales que no los reinvierten en
producción.-
Desde el
Partido Obrero en el FIT inscribimos el planteo de la abolición del impuesto al
salario en la lucha por terminar con las exacciones impositivas del Estado
sobre los trabajadores y reemplazar los ingresos fiscales de esa procedencia
por impuestos progresivos al capital, a las rentas y patrimonios.-
Luchemos con toda la fuerza para entrar al Congreso, a la Legislatura y al
Concejo. ¡La izquierda tiene que estar!
Jorge Moreno
candidato a concejal
en primer término
por el Frente de Izquierda, en Azul