martes, 29 de mayo de 2012

A 43 años de "El Cordobazo"


Recuerdo del 29 de Mayo de 1969 en Argentina "El Cordobazo"

Por Rodolfo Walsh

Trabajadores metalúrgicos, del transporte y otros gremios declaran paros para los días 15 y 16 de Mayo, en razón de las quitas zonales y el no reconocimiento de la antiguedad por transferencias de empresas.

Los obreros mecánicos realizaban una asamlea y son reprimidos, defienden sus derechos en una verdadera batalla campal en el centro de la ciudad el día 14 de Mayo.

Los atropellos , la opresión, el desconocimiento de un sinnúmeros de derechos, la verguenza de todos los actos de gobierno, los problemas del estudiantado y los centros vecinales se suman.

Se paraliza totalmente la ciudad el 16 de mayo. Nadie trabaja. Todos protestan. El gobierno reprime.

En Corrientes es asesinado el estudiante Juan Jose Cabral. Se dispone el cierre de la UNiversidad.

Todas las organizaciones estudiantiles protestan. Se preparan actos y manifestaciones. Se trabaja en común acuerdo con la CGT.

El día 18 es asesinado en Rosario, el estudiante Adolfo Ramón Bello. Se realiza con estudiantes, obreros y sacerdotes tercermundistas una marcha de silencio en homenaje a los caídos.

El 23 de Mayo es ocupado el Barrio Clínicas por los estudiantes y son apoyados por el resto del movimiento estudiantil.

El 26 de Mayo el movimiento obrero de Córdoba resuelve un paro general de la actividades de 37 horas a partir de las 11 horas, para el 29 de Mayo, con abandono de trabajo y concentraciones públicas de protesta.

Los estudiantes adhieren en todo a las resoluciones de la CGT. Los estudiantes organizan y los obreros también. Millares y millares de volantes reclamando la vigencia de los derechos conculcados inundan la ciudad los días previos.

El 29 de Mayo amanece tenso. Los trabajadores de luz y fuerza son atacados con bombas de gases a la altura de Rioja y Gral Paz. Una vez más la represión estáen marcha.

Las columnas de los trabajadores de las fábricas automotrices llegan a la ciudad y son atacados. El comercio cierra sus puertas y la gente inunda las calles.

Corre la noticia de la muerte de Maximo Mena, obrero mecánico. Se produce un estallido popular, la rebeldía contra tanta injusticia, contra los asesinatos, contra los atropellos. La policia retrocede. Nadie controla la situación.

Es el pueblo. Son las bases sindicales y estudiantes que luchan enardecidas. El apoyo total de la población.

Es la toma de conciencia contra tantas prohibiciones. Nada de tutelas ni usurpadores del poder, ni de complices participacionistas.

El saldo de la batalla de Córdoba "El Cordobazo" es trágico. Decenas de muertos, cientos de heridos. Pero la dignidad y el coraje de un pueblo florecen y marcan una página histórica argentina y latinoamericana que no se borrará jamás.

En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la voluntad del pueblo, sepamos unirnos para contruir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores. la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las cosas. Esta vez es posible que se quiebre el círculo..."

Los judiciales volvimos a trabajar con las manos vacías

La lucha se quebró desde arriba


Conquistar la porcentual sólo depende de la capacidad de las bases para superar la traición de la burocracia sindical


Luz Ramallo. Trabajadora Judicial. Departamental Azul.

Después de un paro continuado que se extendió con movilizaciones por casi tres meses, con un acampe frente a la Corte, los trabajadores judiciales volvimos a trabajar sin haber obtenido ninguna conquista: ni porcentual, ni paritarias, ni el aumento salarial reclamado, ni garantías de que no se nos descuenten los días de huelga.

La conducción gremial (Blasco-Pérez Guillén) daba por concluido el paro, simultáneamente a que el secretariado general de las departamentales afines a cada una de esas líneas (michelistas y yaskistas) convertían la arenga combativa en un discurso por la baja. Fueron fieles reproductores del miedo que sembró el gobierno a través de las amenazas de intervención, cesantías y descuentos; pregoneros de un debilitamiento de las fuerzas que ellos provocaron; y principales forjadores del clima que se preparaba para retirarse de la pelea.

Aunque no lo sinceran de ese modo y discursean con la continuación de la lucha, para la cual –dicen- hay que reagrupar fuerzas y reformular el plan de acción que insista en la recuperación de la porcentual, lo cierto es que armaron las condiciones adecuadas para que la caída del paro fuera decidida “democráticamente” en asambleas. Lo que se cayó de ese modo fue un mandato resuelto por un congreso provincial, que a su vez reunió el mandato de todas las asambleas departamentales. Qué ironía. Las asambleas borraron con el codo lo que habían escrito con la mano. ¿?

El intempestivo cese de la huelga judicial fue una decisión política de la burocracia gremial, no de las asambleas que fueron desgastadas y chantajeadas. ¡Cómo lo van a aceptar! Sería reconocer que los intereses políticos prevalecieron por sobre los de la masa judicial bonaerense. Una verdadera traición a la naturaleza de la representación sindical.

El yaskista y kirchnerista Pérez Guillén en su condición de secretario adjunto de la mesa directiva provincial de la AJB, bastardeó la lucha desde primera hora. Esta corriente encabezó la traición a la gran causa de la porcentual, pero el michelista Blasco, secretario general, no le fue en zaga. En un escenario difícil, frente a un gobierno provincial dispuesto a reprimir si era necesario para quebrar la lucha judicial y un gobierno nacional preparado para colaborar con ese cometido, se limitó a “acompañar” el impulso de la base sin dirigirlo a la victoria. La prolongación del paro fue proporcional al desgaste que provocó una dirección que no apostó a ganar, y especuló a la vez con el desguace económico seguro para la AJB, comprometida a reintegrar a los huelguistas el 80 por ciento de los descuentos que la Corte venía realizando a los haberes de los judiciales.

La negociación con la Corte estuvo más avanzada de lo que la mesa directiva informó a los afiliados. Con el reintegro de los descuentos ya practicados, que podría significar incluso una recuperación de fondos para el gremio, por lo que ya puso, y la decisión de no descontar los paros de mayo, la AJB saldría airosa del problema.

Blasco y sus acólitos también nos engañaron. Ninguna corriente inmiscuida en la mesa directiva provincial del gremio puede salir indemne de esta política de auténtica entrega de una lucha que pudo proponerse otro desenlace.

La lucha continúa, claro, pero en la línea que definan las bases, a través de un congreso abierto con mandato de las 18 departamentales y la participación de delegados independientes.

En cada departamento judicial debemos dar un profundo debate acerca de este proceso para poder resolver un curso de acción transparente, enérgico y decidido. La porcentual depende también de la claridad que tengamos todos los trabajadores para interpretar el contexto y pensar una estrategia de lucha incondicional, porque también está en juego la madurez y capacidad que tengamos desde abajo para organizar lo que el poder quiere impedir y para vencer lo que la burocracia sindical ayuda a obstaculizar.

GRAN DEBATE SOBRE LA CUESTIÓN YPF SE LLEVÓ A CABO EN AZUL


El dirigente del Partido Obrero Pablo Giachello y el ex ypefiano César Raineri debatieron en Azul con integrantes de La Cámpora y referentes de otros sectores políticos y gremiales como ATE y CTA. El proceso de reprivatización que viene denunciando el PO frente a la defensa kirchnerista de una nacionalización desmentida hasta por la propia presidenta. 





Frente a una importante concurrencia el Partido Obrero puso a debate en Azul la Cuestión YPF. Bajo el lema “No es una estatización”, el dirigente nacional Pablo Giachello y el ex ypefiano César Raineri desarrollaron la perspectiva que explica que la adquisición de acciones de la empresa por parte del gobierno encubre un proceso reprivatizador que se abre con el ingreso de otros capitales extranjeros como Exxon, Chevrón y Petrobrás.

La jornada se llevó a cabo el jueves último en el salón de actos del Instituto de Formación Docente nro. 2 y abrió las puertas a un intenso debate que llevó a integrantes de La Cámpora, presentes entre el público, a discutir intensamente con los panelistas.

A propósito, sobre ese debate el ex trabajador de YPF escribió una columna que se publicó en este mismo blog y puede leerse ACÁ

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