El diputado nacional por el Frente Amplio Progresista Omar Duclós, azuleño y margarito (GEN), dejó su banca vacía en la cámara baja cuando se trató la cuestión YPF. Lo mismo hizo Margarita Stolbizer. Dos argentinos en Nueva York.
sábado, 5 de mayo de 2012
LA AJB DENUNCIA TAREAS DE INTELIGENCIA DE LA BONAERENSE
Vigilar y castigar: trabajadores bajo la lupa
En medio del conflicto por la recuperación del sistema de porcentualidad
salarial que enfrenta a los trabajadores de la Justicia con la Corte y el
Poder Ejecutivo, una nueva denuncia toma relevancia: la Policía Bonaerense
realizó tareas de inteligencia durante la jornada de protesta del 3 mayo.
Para respaldar la denuncia, los trabajadores judiciales convocan a una
conferencia de prensa donde presentarán pruebas que documentan la actuación de
la Policía. La cita es el lunes 7 de mayo a las 10 hs en la sede provincial del
gremio, calle 50 nº 712, La Plata.
1ro. de Mayo en Papelera: El PO llamó a los trabajadores a organizarse
La fuerte participación del Partido Obrero en el único acto que tuvo lugar el 1ro. de Mayo en Azul remarcó en los distintos discursos de sus referentes el carácter explotador de la clase capitalista y la necesidad de luchar contra los gobiernos que la sostienen. Carlos Gil, del PO de Olavarría, acercó a los papeleros de Azul el saludo de los tercerizados de la vecina ciudad, mientras Germán Olivera, de Tandil, en un pasaje de su intervención hizo hincapié en la reprivatización que desatará la mentida nacionalización de YPF. Se preguntó además si la ley -a esta altura ya votada- hacía alguna mención a los trabajadores petroleros. ¡Ninguna!
LA COLUMNA DEL PO EN IMÁGENES
Cómo se organizó y su arribo a la Planta tomada por sus trabajadores.
Fotografía: Gentileza María Isabel Laurini.
Para ver más cliqueá en "Más información"
Tapa de Prensa Obrera/1220
UN CHEQUE EN BLANCO PARA LOS VACIADORES
No es cierto que el Congreso esté votando una ley de expropiación parcial de YPF. Está votando un cheque en blanco para los mismos que toleraron y respaldaron el vaciamiento energético.
Es precisamente por esto que el Frente para la Victoria no aceptó ninguna modificación al proyecto de ley, al que los llamados opositores votarán a pesar de todo.
Una vez votada la ley, YPF seguirá sustraída al control del poder público, porque seguirá en su condición de sociedad anónima.
Esa sociedad anónima estará piloteada por funcionarios que participaron del vaciamiento en complicidad con Repsol.
Esta sociedad anónima podrá convocar a asociaciones empresarias con otros pulpos internacionales -como Exxon, Chevron, Total o Petrobras- para explotar los pozos que Repsol dejó inactivos.
Esta misma sociedad anónima podrá vaciar la propia empresa, tomando a su cargo la factura por importación de gas licuado y fuel-oil, la que alcanza a 12 mil millones de dólares.
No se vota una ley: se vota un cheque, un cheque en blanco.
Para reconocerle una indemnización a los vaciadores, así como la fraudulenta deuda de 9.000 millones de dólares que le dejaron a YPF.
Para seguir admitiendo a los tribunales del Banco Mundial como árbitros de los futuros juicios que encare Repsol.
La ley ni siquiera obliga al Estado a conservar la mayoría en YPF; puede ampliar el capital y dejar esa mayoría en los capitales que operan en la Bolsa.
La ficción de que se vota una ley le sirve a Alfonsín, a Binner y a Solanas para decir que se trata de “un paso adelante” o “un cambio de rumbo”; los vaciadores conseguirán así doscientos votos para poder presentar al cheque en blanco como una expresión de la soberanía popular.
El tarifazo que permita reducir la diferencia entre el precio de importación y el precio interno -la que va a ser cubierta con subsidios- será presentado como “la voz del pueblo”.
Es el mismo tarifazo que reclamaba Repsol y que reclaman los pulpos que han sido invitados a asociarse con la ‘nueva’ YPF.
Denunciamos este nuevo atropello y reclamamos la nacionalización integral de los hidrocarburos y las privatizadas, sin compensación alguna, bajo gestión de los trabajadores.
Es precisamente por esto que el Frente para la Victoria no aceptó ninguna modificación al proyecto de ley, al que los llamados opositores votarán a pesar de todo.
Una vez votada la ley, YPF seguirá sustraída al control del poder público, porque seguirá en su condición de sociedad anónima.
Esa sociedad anónima estará piloteada por funcionarios que participaron del vaciamiento en complicidad con Repsol.
Esta sociedad anónima podrá convocar a asociaciones empresarias con otros pulpos internacionales -como Exxon, Chevron, Total o Petrobras- para explotar los pozos que Repsol dejó inactivos.
Esta misma sociedad anónima podrá vaciar la propia empresa, tomando a su cargo la factura por importación de gas licuado y fuel-oil, la que alcanza a 12 mil millones de dólares.
No se vota una ley: se vota un cheque, un cheque en blanco.
Para reconocerle una indemnización a los vaciadores, así como la fraudulenta deuda de 9.000 millones de dólares que le dejaron a YPF.
Para seguir admitiendo a los tribunales del Banco Mundial como árbitros de los futuros juicios que encare Repsol.
La ley ni siquiera obliga al Estado a conservar la mayoría en YPF; puede ampliar el capital y dejar esa mayoría en los capitales que operan en la Bolsa.
La ficción de que se vota una ley le sirve a Alfonsín, a Binner y a Solanas para decir que se trata de “un paso adelante” o “un cambio de rumbo”; los vaciadores conseguirán así doscientos votos para poder presentar al cheque en blanco como una expresión de la soberanía popular.
El tarifazo que permita reducir la diferencia entre el precio de importación y el precio interno -la que va a ser cubierta con subsidios- será presentado como “la voz del pueblo”.
Es el mismo tarifazo que reclamaba Repsol y que reclaman los pulpos que han sido invitados a asociarse con la ‘nueva’ YPF.
Denunciamos este nuevo atropello y reclamamos la nacionalización integral de los hidrocarburos y las privatizadas, sin compensación alguna, bajo gestión de los trabajadores.
Son pájaros en la noche
Que oímos cantar y nunca vemos
Desde hace ya algún tiempo, las
problemáticas que aquejan al estudiantado han despertado en él la necesidad de hacer oír sus
reclamos. Las pésimas condiciones edilicias son un factor determinante del levantamiento de los jóvenes, como así
también las leyes cuyos dictámenes los perjudican notoriamente.
La aparición de varios centros de
estudiantes en Azul ha contribuido a que se empiecen a hacer visibles los
problemas comunes a todas las instituciones. Desde ellos, los alumnos han
podido plantear la unión estudiantil como paso decisivo para afrontar las
erradas decisiones del Estado en materia educativa.
El año pasado, en nuestra ciudad fuimos
testigos de la toma de un instituto terciario, lo que demostró la capacidad de reacción
del alumnado frente a las injustas circunstancias ocasionadas por el Estado
municipal. Este hecho no fue casual, ya que acciones de este tipo ocurrieron en
todo el país. ¿Qué sucede con los
institutos terciarios? Son el
eslabón más débil de la educación argentina. Las degradantes leyes educativas
aprobadas durante los gobiernos menemistas y kirchneristas han destrozado la
educación pública, surgiendo como gran ganador el capital de los inversores de
la educación privada. En los institutos de este nivel de la enseñanza rigen las
Leyes de Educación Superior del menemato (1995) y la Ley de Educación Nacional
(2006) del régimen nac&pop. La primera de ellas plantea que las provincias
deben hacerse cargo del presupuesto educativo, lo que estimula la
descentralización. Es decir, por un lado el Estado nacional se desvincula del
mantenimiento de la educación pública de nivel superior y, por el otro, genera
diferencias en la oferta entre las provincias de mayores y menores recursos. La
ley nacional de educación kirchnerista no alteró los criterios de descentralización,
sino que profundizó las diferencias entre provincias y municipios, en general
quebrados. Así, se hace casi imposible la construcción de edificios propios y
adecuados, para los terciarios.
Uno de los debates más comunes que se
plantea el estudiantado en general gira en torno a ¿cuál es la posición que debe tomar frente a la privatización de la
educación? Para analizar este fenómeno, debemos retroceder en la historia y
poner bajo examen un proceso que empezó a tomar forma en los setenta, en todos
los países del mundo, bajo el auspicio del Banco Mundial. La llamada “Reforma Educativa”. La misma hizo
de la educación un negocio que puso en manos de los empresarios mediante el
desfinanciamiento de la educación publica y la profundización de la educación
privada. Esta reforma fue avalada con el argumento de “ligar la educación al
trabajo”, básicamente para modificar los planes de estudio al auxilio de las
necesidades de los empresarios y los monopolios. Un modelo disciplinario
planteado con total frialdad hacia la esclavitud social de los jóvenes, una vez
graduados. Completando el combo de lo mencionado anteriormente, el negocio de
la privatización cuenta con herramientas sumamente útiles y necesarias para
profundizar y perfeccionar el método. Son una garantía del crecimiento de la
educación privada las expulsiones constantes en las instituciones públicas,
como así también los exámenes de ingreso, los bochazos, las materias de filtro,
los cupos etc.
La consecuencia de esa reforma es, entre
otras cosas, la multiplicación de las necesidades de la educación pública no
cubiertas por el Estado y la proliferación de colegios privados que de la mano
de los subsidios estatales ya son más de la mitad del sistema educativo.
En el año 2010, los estudiantes rechazaron
las políticas estatales a través de un programa de lucha estudiantil con más de
40 colegios tomados. Esta disputa entre los estudiantes independientes y el Estado
fue quebrada con la aparición de agrupaciones directamente patrocinadas por el
gobierno, las que destruyeron este plan de reclamo por una educación digna. Fueron
agrupaciones como La Cámpora las que tomaron la posta al momento de devastar
los movimientos estudiantiles que se caracterizaban por tener un método claro y
conciso de reclamo frente al Estado.
En conclusión, el Estado ha avanzado en
la profundización de un modelo político cuyo contenido social es sumamente
capitalista. Es el fracaso general en un intento fallido de contraponer un
atraso histórico del país, por parte de una tentativa nacionalista de carácter
burgués. En este contexto, el programa estudiantil no puede ser otro más que la
defensa del financiamiento en la educación pública y gratuita. La organización independiente
de la juventud contra los nacionalismos destructores de la educación es el
medio que debemos tomar. La alineación de los centros de estudiante es una
herramienta clave. Los estudiantes hacemos política, porque hacer política es
estimular la conciencia de nuestros pares, luchar por las becas, las viandas, y
somos testigos de que todos estos derechos estudiantiles que no se respetan se
consiguen arrancándoselos al estado. Debemos entender la realidad de este
sistema económico y social. La desocupación, el trabajo en negro, la
devaluación de los salarios, son un factor significativo para poder enfrentar
las problemáticas que nos aquejan a nosotros, los alumnos. Cuando la
organización inminente de los centros de estudiantes decide actuar de manera
consciente, elevando nuestros reclamos; cuando vemos en la situación en la que
estamos sumergidos, las autoridades nos obligan a replegarnos, a no hacer
política; pero cuando analizamos porqué nuestros compañeros no pueden asistir a
clase ¿no estamos haciendo política? Los jóvenes la practicamos porque no
queremos que ningún ciudadano se quede sin estudiar; lo hacemos, porque de lo
contrario los intereses empresariales en conjunto con los de nuestros
gobernantes nos dejan sin educación y
ésta pasa a ser un privilegio sectorizado como ocurre comúnmente en diversos
países de desarrollo capitalista. Es por eso que debemos luchar contra los intereses
de unos pocos y defender el derecho de todos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)