El conflicto de Papelera Azuleña ha puesto
en evidencia la crisis interna y las
contradicciones de la gestión municipal de José Inza.
Los trabajadores papeleros pidieron al
intendente un subsidio equivalente al salario mínimo, vital y móvil que fue
apoyado en el Concejo Deliberante por los bloques del FAP y la UCR. Se negaron,
en cambio, las bancadas del FpV y el PRO. La respuesta fue negativa por parte
del Departamento Ejecutivo. Los
concejales del oficialismo debieron explicar
la decisión oficial; dijeron no poder
hacer nada contra esa determinación, que justificaron en la falta de fondos de la Comuna.
En lugar de utilizar las herramientas que
les han sido confiadas, los concejales
kircneristas se dedicaron entonces a embarrar
la cancha para atacar a las organizaciones del Fondo de Huelga y quebrar así
una lucha ejemplar.
Aunque parezca paradójico, la “Gestión Inza”, que está alineada al estado provincial y nacional, no tiene recursos para gestionar una solución viable para los trabajadores. Pero en cambio los tiene para los Pulpos alemanes de Efasa, para la organización del Moto encuentro, para el Centro de Apicultores de Azul, o para un frigorífico fantasma (http://todasrozas.blogspot.com.ar/2012/01/inza-convalido-el-subsidio-la-empresa.html).
El punto está en que ningún concejal o funcionario de la gestión municipal tiene
herramientas para habilitar una solución viable, según ellos. ¿Entonces quién
las tiene? ¿Cuál es la gallina de los huevos de oro en la Gestión Inza?
El Secretario de Hacienda, Néstor Requelme. El funcionario de la Gran MaKro es el nexo conector entre las políticas Nac&Pop nacionales del Kirchnerismo y el equipo de José, que a esta altura ya es una especie de títere que balbucea en todos sus discursos.
Este hombre de Boudou trae a la comuna la
famosa “sintonía fina” que explicaría las políticas antiobreras que está
tomando la gestión.
A solo 3 meses de la llegada del
Kirchnerismo a la comuna se disparan rumores
sobre una posible renuncia del
Jefe Comunal.
La partición del bloque de concejales y la feroz interna de los mismos funcionarios de
gobierno es evidente. Todos quieren quedarse con una parte de la torta en el
armado de Requelme.
Mientras los concejales del Fpv salen a
atacar a las organizaciones que luchan codo a codo con los trabajadores
papeleros, Requelme arma su ejército Nac&Pop, para quebrar todo intento de
revuelta en la ciudad.
En su corto lapso de gobierno, el kirchnerismo azuleño ha quedado al desnudo
y ha demostrado cuáles son sus propósitos, aunque éstos riñan con los intereses
del pueblo.
Chinaski.
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