El 24 de Marzo se llevó a cabo en la
papelera de nuestra ciudad (próximamente Cristian Lara) el tercer Festival
Papelero. Es inevitable mencionar que dicho festival ha sido en mi opinión una
de las agitaciones populares más memorables de Azul en los últimos tiempos. Hay
que tener en cuenta que el festejo tenía como objetivo recaudar fondos para los
obreros de la papelera, que ya hace seis meses no reciben ningún tipo de remuneración
económica y aún deben aguardar los trámites legales para la aprobación de la
cooperativa bajo control obrero. La organización del festival estuvo en manos
de los centros de estudiantes, vecinos en apoyo a la causa y organizaciones sociales-políticas
como UJS-PO y APDH, a las que se sumaron
diversas organizaciones como el PO, FAP, CTA, SUTEBA, Juventud del Ari, artistas
independientes que se presentaron en el festival, periodistas que se sumaron a la
difusión y vecinos en general.
Lo que terminó de dar el marco definitivo
al encuentro fue la fecha en que se hizo. A 36 años del último golpe de estado,
los trabajadores en lucha, los estudiantes, las agrupaciones políticas y los
vecinos en general se unieron en una causa común, defendiendo los derechos de
los trabajadores y recordando aquel nefasto y doloroso 24 de marzo de 1976 (como
si esto fuera poco, el festival se llevó a cabo en una fábrica tomada).
Casi quinientas personas apoyaron la lucha de
los papeleros, deleitándose también con los diversos músicos en escena y el fastuoso
mural que dejó plasmado en una de las paredes de la planta Martin Meza. Macedonio
dio el inicio al espectáculo llevando el Reggae al festival. Lo siguieron
Ismael Santarcángelo, Chule Mugueta, La Euroliga, Oki Diaz, Los Caballeros de
la Noche, y el estupendo cierre de los Vengadores de Túpac.
Es interesante analizar cuál fue el
impacto social y anímico que trajo consigo este encuentro. Por un lado, la
participación masiva de los barrios aledaños (la cultura se acercó al barrio y
no el barrio a la cultura como suele suceder) le dio cuerpo a un fenómeno
cultural; y por el otro, la comunidad
pudo demostrar su capacidad de aporte al fortalecimiento de una lucha obrera.
Por primera vez en mucho tiempo los
centros de estudiantes se acercaron a los trabajadores y mantuvieron una
postura crítica y participativa. La causa de los papeleros ha generado un
crecimiento en la conciencia social, que seguramente seguirá desarrollándose a
partir de las luchas sociales.
La unión y la conciencia, la cultura
solidaria y la organización social, son un reflejo de lo sucedido ese sábado en
el escenario en el que se recordó a los 30mil desaparecidos y en el que se
pidió por la aparición con vida de Julio Lopez, Justicia por Mariano Ferreyra y
por todas las víctimas de las patotas estatales. El nombre de Cristian Pachi
Lara, uno de los tantos obreros que perdió la vida en plena lucha obrera, pero
cuya muerte reciente nos toca especialmente, fue puesto en voz para decirle
¡Presente!.
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