El decreto que anuló la ficción de paritaria nacional, promediadas las cuotas, significa un aumento anualizado del 19%. Poco más de la mitad de la inflación anual.
Esto sobre un salario cuya mitad o más lo componen sumas en negro.
La sangría del presupuesto público originada en el negociado de los bonos de la deuda externa, en la corrupción capitalista de los subsidios a los servicios privatizados -como los trenes- o en las excenciones a los capitalistas beneficiarios del “modelo”, se descarga en la educación.
Con ese objeto se concentran los recursos en la Nación, cuando la educación corre por cuenta de las provincias, quebradas a su vez.
Y no se trata sólo del salario del maestro. También del derrumbe de la infraestructura escolar y de toda la calidad educativa. Empujan hacia la escuela privada.
Se busca por otro lado condicionar todas las paritarias a esos topes.
Es decir, asestar un golpe de desvalorización de los salarios a los papás de los niños y jóvenes afectados por el derrumbe educacional.
Para ello el gobierno ha dividido y cooptado a buena parte del sindicalismo, ya de por sí empresarial, asociado a la tercerización y reñido con la democracia sindical.
La lucha debería ser del conjunto del movimiento sindical para terminar con el impuesto de ganancias sobre el salario, recomponer los salarios familiares, por un mínimo equivalente a una canasta familiar hoy en no menos de $8000 y el 82% a los jubilados.
La lucha de la educación se desenvolverá ahora en las provincias.
La provincia de Bs As, con sus 17 mil escuelas, será el teatro de la guerra interior de las facciones del kirchnerismo, Cristina por un lado, Scioli por otro.
En esa guerra, cada uno pone su ajuste, sus impuestazos, sus aumentos de transporte y tarifas, pero nadie una solución. Ella implicaría afectar los intereses sociales capitalistas que defienden con uñas y dientes.
Lo mismo vale para provincias opositoras como Santa Fé, donde su gobernador del FAP de Binner enfrenta el paro de sus maestros.
El congelamiento de precios, el más trucho de todos los que ya fracasaron en el pasado, tiene por objeto hacer pasar las paritarias a la baja.
Después vendrán los “reajustes” y “deslizamientos”, pero con salarios fijos por un año.
El Partido Obrero, llama a apoyar la gesta de la docencia, a constituir comisiones de apoyo de los padres, a impulsar la unidad de la lucha estatal en su conjunto.
La defensa de la educación pública y un salario equivalente a la canasta familiar, son puntos de apoyo para una salida que reorganice la economía a partir del interés de los trabajadores.
La triplicación del presupuesto educativo es parte integral del programa de nuestros docentes y estudiantes dentro de sus organizaciones y del programa de gobierno del Partido Obrero y el Frente de Izquierda.
PARTIDO OBRERO
En el Frente de Izquierda
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