jueves, 7 de marzo de 2013

Cristina paga y rescata a Repsol.



Por Cesar Raineri, desde Las Flores.-
La estatización de las acciones de Repsol presentada en sociedad como un acto de  soberanía energética está terminando en menos de un año en un fracaso descomunal. En primer lugar, no solo porque la ley mantenía el carácter de Sociedad Anónima y/o porque puede ser vendida con dos tercios de los votos parlamentarios, sino porque la entrega ha comenzado y se acelera.

Trascendidos periodísticos (diario La Mañana de Neuquén del 5/3) no desmentidos oficialmente indican que YPF estatal estaría por armar una empresa para explotar Vaca Muerta, el único yacimiento con reservas importantes, pero muy costosa su explotación. Hasta aquí ya fue noticia que armó otra sociedad con Chevron en áreas próximas a ésta, es decir, el gobierno nacional y popular entregó la soberanía a la norteamericana. En este caso, la entrega sería a Repsol. Sí, a Repsol, a quien la vuelve a llamar como socia.

Resulta que Repsol ha emprendido reclamos judiciales en Estados Unidos por la expropiación del 51% de sus acciones, reclamo que traba a su vez las inversiones de Chevron en su nueva sociedad con Cristina-Kiciloff. Galluccio sería el más interesado en este acuerdo para no tener obstáculos en su sociedad con la norteamericana.

La negociación, que no es admitida por los funcionarios de Repsol, estaría en manos del presidente del banco La Caja ( LaCaixaBank), Isidro Faine, quien en estos días se reunió con Cristina Fernández y es el principal accionista de Repsol.

El monto de la operación rondaría los 10 500 millones de dólares en fondos de capitalización y reservas, mucho más de lo que diferentes funcionarios K vociferaron envalentonados cuando cotizaban la expropiación a menos de 2000 millones.

Pero si esta noticia no sorprende a quienes planteamos que la estatización era en principio una nueva privatización y se enterraba la soberanía energética, hay otra insólita derivación.

Cristina visitó Vietnam y su foto en los túneles de la resistencia vietnamita contra el imperialismo francés y yanqui dio vuelta al mundo ocultando que Monsanto fue en aquellos años proveedora del agente naranja que hasta hoy dejo secuelas en el pueblo vietnamita y mientras la presidente habilita el uso del glifosato, producido por esta corporación, en nuestro territorio.

Otra proveedora del agente naranja en los 60 fue la empresa Maxus, una petrolera comprada por el padre de Eugenia Estensoro de la Coalición Cívica, durante la privatización menemista en 1995, meses antes de morir en un accidente aéreo. Uno de los funcionarios de Maxus en Indonesia es el actual presidente de Enarsa, Exequiel Espinoza.

Maxus era dueña de una planta química que produjo un desastre ambiental en Newark (Nueva Jersey) y por esto se comió un juicio ambiental que cuando Menem entrega YPF a Repsol ésta debía hacerse cargo de parte de las indemnizaciones por los fallos contra el desastre.

Estatizada Repsol, ahora YPF debe hacerse cargo del juicio, todavía no se saben los montos.

Con la sociedad, Repsol, se salva de tener que pagar el juicio y encima cobra el precio que había planteado por la expropiación.

Qué dirán ahora los nacionalistas trasnochados de esta entrega y este salvataje de la empresa española?
Tal cual lo denunciamos en su momento, la expropiación lejos de ser un acto de soberanía es fuente de nuevos negociados en beneficio del capital internacional.

Se impone más que nunca una expropiación integral de todas las áreas sin pago y bajo control de los trabajadores.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Con razón, Cristina no mencionó el tema YPF en su discurso de apertura del período legislativo ordinario. Si después de haber despotricado tanto contra Repsol tiene que recurrir a la misma empresa,a consecuencia de que Chevron no puede operar en el país porque sus fondos están inhibidos, de qué nacionalización habló entonces el gobierno?

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...