QUE EL PUEBLO DELIBERE SIN PATRONES Y
DISCUTA UN PROGRAMA DE EMERGENCIA FRENTE A LA CRISIS HÍDRICA
Después de tres inundaciones en tres
meses en Azul, el Intendente Inza (FpV) trata de lavarse las manos con
argumentos contradictorios. Por un lado, esgrime como causa el extraordinario
volumen de precipitaciones y, por el otro, el ya gastado argumento de las responsabilidades históricas de las
administraciones municipales que lo antecedieron. El volumen de precipitación
sólo desató una catástrofe anunciada que las administraciones previas
ignoraron, como también lo hicieron los mismos funcionarios provinciales que
acaban de dar una conferencia de prensa en la ciudad, y que pertenecen -como
Inza- al FpV que gobierna la provincia y el país hace mas de 9 años.
Los azuleños tuvimos que escuchar a
tres ministros provinciales –de Asuntos Agropecuarios, Arrieta; de
Infraestructura, Arlía; y de Acción Social, Ferré- marcando la cancha; ya
habíamos tenido que soportar las declaraciones del nacional de Planificación
Federal, De Vido, haciendo lo propio. Todos ellos en un escenario de interna
política brutal. Mientras el pueblo enfrentaba el pico de crecida en la ciudad,
los ministros se tiraban el fardo unos a otros. No es casualidad que los
enviados de Scioli hayan dado una conferencia de prensa en ausencia del
intendente, que antes había hecho su proclama cristinista y en ese mismo
momento se encontraba reunido con De Vido.
Inza metió en la misma bolsa al ex
intendente Omar Duclós (Gen-FAP) y al gobernador Scioli, al destacar que la
presa “La Isidora” –la obra de ingeniería que se reclama desde los ´80- ha
estado incluida inútilmente en el presupuesto provincial y no ha sido
suficientemente gestionada por su antecesor. Para rematarla, aseguró que será
la presidencia de la Nación la que la haga posible. Previo a esto, la Provincia
había prometido comenzar a ejecutarla en febrero del 2013, lo que fue
ratificado por los ministros bonaerenses.
La presa “La Isidora” se ha convertido
en la gran polémica. Aunque no lo diga, la Provincia no tiene fondos para
realizarla; la Nación especula con esto y puentea al gobernador estableciendo
un diálogo directo con el intendente (como hace con otros del palo k). Ni
siquiera se tiene certeza de que ella sea una solución definitiva al problema
–los expertos aseguran que no lo es-, pero el cristinismo quiere sacarle el
jugo con la perspectiva de un año electoral, el 2013.
La indignación de los vecinos es el
termómetro que mide el hartazgo. Las tres inundaciones que ya ha afrontado Azul
en lo que va del año tomaron por sorpresa a un gobierno municipal absolutamente
desenfocado que intentó reacomodarse de una instancia de crisis a otra a puro
discurso. Uno de sus secretarios, el de Turismo, se cortó solo con un operativo
de asistencia paralelo que montó desde la oficina de su área. Y a pesar de que
el intendente lo desautorizó, el funcionario mantuvo su propio esquema de ayuda, con independencia del comité de
Defensa Civil bajo la dirección de su jefe político. Este fue uno de los
indicadores más claros de la fractura interna del gabinete municipal, que se
agrega como otro factor importante de la crisis política del oficialismo,
reproducida a nivel local.
Las inundaciones en Azul pusieron a
prueba las profundas fisuras de la gestión Inza y la incapacidad del gabinete
para organizar la acción estatal frente a la emergencia. Pero también han sido
la evidencia incontrastable de la desinversión pública durante muchos años,
agravada por la presente crisis fiscal y la política de ajuste que venimos
denunciando insistentemente desde el Partido Obrero.
Producto de esta emergencia, la bronca
popular se expresa de distintas formas y busca organizarse para reclamar al
Estado. La derecha y la cámara patronal quieren monopolizar la expresión
popular para conducirla en función de su perspectiva de clase, convocando una
manifestación con un único orador, un profesional del riñón del vecinalismo, en
su momento con banca en el Concejo Deliberante. Nada tienen para ofrecer los que
ya gobernaron Azul y defienden los mismos intereses sociales que postergan las
obras públicas que necesitan las barriadas.
El Partido Obrero de Azul llama a
manifestarse este domingo, a las 15:30 hs en el veredón municipal, y a hacerlo
sin patrones. No queremos demagogos, necesitamos organizar la lucha y un
programa de salida, incluidas las medidas de emergencia exigibles al estado.
El gobierno de la provincia ya
anticipó en nuestra ciudad exenciones impositivas para el sector del campo
–emergencia agropecuaria-, pero ninguna política de resarcimiento a los vecinos
que han sido colocados en esta situación a consecuencia del comportamiento
estatal omisivo y comisivo de muchos años. Ninguna exención a las grandes
patronales y terratenientes, suficientemente beneficiados con una carga
tributaria insignificante, que además evaden. Exenciones impositivas para los
vecinos inundados, indemnización total a cargo del estado por los daños
sufridos y asistencia integral para todos los afectados.
Partido Obrero de Azul.
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