viernes, 6 de abril de 2012

¿Quién dijo que tu progreso no está podrido?




Escribe: Nahuel Mirande (UJS-PO; Azul).-
En el marco de la creciente crisis capitalista, es irrebatible el constante desarrollo que esta tomando la izquierda a lo largo y a lo ancho del país. Es importante valorar este hecho, porque estamos viviendo una crisis mundial con pocos precedentes similares en la historia. Somos consientes de que este fenómeno va a tener como desenlace una reorganización de la sociedad. Este es el desafío que tiene la UJS. Esa modificación social puede tener dos  consumaciones muy diferentes, por un lado se encuentra la posibilidad de que a este cambio lo realice de manera catastrófica la burguesía, y entramos en un periodo de barbarie social; o la hacemos los trabajadores y le damos comienzo a un nuevo periodo de transición histórica.

Es frecuente observar en los medios masivos de comunicación noticias que nos expresan que esta crisis no es lo que las organizaciones izquierdistas anuncian, que esto es sólo un pozo o un pequeño decaimiento que sufre el sistema capitalista. Son los mismos medios los que notifican el crecimiento de la bancarrota capitalista, pero también son ellos los que anuncian la falsa mejoría de la crisis: “en Estados Unidos General Motors ha vuelto a tomar obreros”. Uno se pregunta: si hace algunas semanas atrás esta empresa imperialista estaba despidiendo trabajadores, cómo es posible que hoy esté incorporando nuevos asalariados? En realidad, esta es una ya conocida herramienta del sistema. General Motors está tomando obreros por el 50% del salario de los que despidió cuando se produjo la quiebra. Esto es lo que el capitalismo está preparando; es un claro ejemplo, algo que pronto comenzará a verse en todos los países. La rebaja al 50% del salario. Es una catástrofe social a la que tristemente los asalariados estamos acostumbrados.

En nuestro país, somos consientes de que no estamos blindados frente a la catástrofe económica mundial. Argentina atraviesa una crisis sistemática que es distorsionada a través de una política de ajuste. Como ya sabemos, el ajuste no se va a plasmar en los poderosos empresarios capitalistas, ni en la burguesía; se va a reflejar en los trabajadores.

En la actualidad, los argentinos estamos sufriendo las consecuencias de un gobierno que está muy lejos de ser nacional y popular. Si un gobierno se atribuye a sí mismo estas características, cómo explica que cerca del 80% de los trabajadores reciba un salario equivalente a la mitad de la canasta familiar o que el 75% de los jubilados cobre la mínima y la jubilación media no llegue al 40% del sueldo medio. Mientras tanto, los fondos del Anses siguen siendo profanados y financiando agrupaciones partidarias del gobierno K.

Como si con esto no alcanzara, los empresarios especulan en las vísperas del tarifazo plantear un techo en las paritarias  o la devaluación.

Para sobrepasar este tipo de cuestiones es necesario un cambio integral del poder político y de organización de los órganos estatales. Es preciso reclamar por un salario básico inicial de 6.000 pesos, luchar por el 82% móvil para todos los jubilados y suprimir el impuesto a las ganancias sobre el salario y el techo salarial sobre asignaciones familiares. 


No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...