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La iniciativa de hacerle frente al elitismo cervantista surgió de un grupo de organizaciones sociales que coincidieron en la necesidad de fijar una posición política para interpelar la concepción oficial de la historia -encuentro de culturas- y el concepto también oficial de cultura.
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Sin embargo, llegado el momento, las organizaciones sociales retiraron su apoyo al texto. Sólo Marta Pignatelli Catriel y otros tres militantes pusieron sus rúbricas a un papel que se quedó en la imprenta.
Hoy lo recordamos, aclarando que al Duclosismo se le asoció en esta empresa el Kirchnerismo.
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Unidos por el Bicentenario y la Cervantina; mismos negocios; mismas concepciones.
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Gloria y Omar. A vuestra Salud!
Manifiesto por la palabra:
Impugnación a la ciudad cervantina
Una voz llena de humillación, sangre y digna rabia se levanta desde las raíces más hondas de la historia para convertir en palabra la mirada ofendida. Lleva siglos de denuncia y resistencia y con el profundo dolor continental surcando su noche más larga se presenta a desmentir y a discutir un concepto. Porque bajo el título de ciudad cervantina este gobierno municipal reinstaura la noción de encuentro de culturas ya implícita en el acto mismo del “Encubrimiento”.- Y así llama a lo que fue un brutal desencuentro; la opción por la muerte cultural que se propuso España y la ejecución del crimen; el más terrible que se consumara contra nuestros pueblos originarios.-
Ese título le pone el intendente a la historia cada vez que dirige la palabra en un acto oficial a tantos siglos, no obstante los traumas del pasado y las controversias de la época; sin ningún respeto a las estirpes condenadas; contra la memoria de las mayorías que hacen suya esa herida inexplicable: aquella muerte.-
Esa indestructible voz de siglos se encarna en la palabra militante para someter a juicio el falso integracionismo que vuelve a imponer sobre nuestros símbolos aquellos que no nos pertenecen. Otra vez, los que expresan la profunda naturaleza indígena de las raíces continentales vienen a ser desalojados para mantenerlos sometidos al secreto del diálogo imposible.-
La proclama de estas acciones oficiales reprime una sustancia espiritual a la que no podemos llegar por otro puente que no sea el pasado que nos une, la geografía que nos ubica y la realidad que nos atañe, porque en las necesidades culturales se expresa, fundamentalmente, una búsqueda.
Es la voz que elige ser consecuente con la honestidad de una lucha mayor a las armas de quien a la hora de aniquilar no pudo asesinar la virtud de la acción y la belleza de una fuerza que ya no conforme con resistir se reorganiza para liberar el camino que nos permita llegar a nuestros posibles orígenes.-
Hay que decirlo. Los principios que rigieron el plan de la conquista son los mismos que conducen desde entonces un proceso de colonización que todavía no ha sido resuelto; Europa primero, el país del norte después -competidores en el tiempo, pero también accionistas de un mismo negocio imperial-, perfeccionaron en el sur americano este trágico destino a través de las políticas que sostuvieron sus herederos y aliados en el poder –el poder de las tierras, el poder en el Estado, el poder del capital-. La conquista fue despojo en nombre de una cristiandad organizada. Fue genocidio. Fue el fundamento del origen ilegal, ilegítimo y violento de la posesión de las tierras en estos suelos. Fue, además, la capacidad del capital para establecerse mundialmente y atropellar fronteras y poblaciones.
Esos mismos catecismos son en este tiempo motivo de impugnación a la propiedad actual de sus dueños y simultáneamente la enzima de los golpes de Estado y las sublevaciones cívicopatronales que bajo la defensa de los sermones de aquella misma y tan antigua Cristiandad moldean una democracia a medida. Efectivamente, la colonización es un proceso en vigencia que circula sobre rieles inteligentes. Las formas de la injerencia son tan sutiles como bárbaras, pero al mismo tiempo, son nuestra indignidad y apostasía, porque la enajenación de nuestra identidad latinoamericana siempre se llevó a cabo con la obediencia y la complicidad de nuestras élites: las burguesías locales y sus epígonos.-
Telefónica de Argentina, Repsol, Marsans son los rostros actuales de la expoliación y la gran defraudación cuya defensa ejercen el gobierno español y el jefe de
Y el actual intendente de Azul, Omar Duclós, a contramarcha de las luchas de la época que la construyen en la especificidad de su espacio y su tiempo para romper con los problemas seculares que han mantenido a Latinoamérica en el atraso y el subdesarrollo, resigna los valores culturales de su tierra para privilegiar un cervantismo público que no hace más que esconder estas fatales verdades.-
Cuando las comunidades científicas ponen a discusión los estilos hegemónicos de la narración histórica y dejamos atrás la alusión al día de la raza y los movimientos populares latinoamericanos asumen una presencia organizada y combativa; contradiciendo esos progresos, Azul reintroduce el concepto oficial de encuentro de culturas y desde ese lugar interesa a esta Fiesta a los elementos culturales de los pueblos ofendidos que no le ofenden y a las expresiones populares que en otro escenario podrían haber sido las expresiones más lúcidas de denuncia. Y lo hace con absoluta destreza como concesión de un poder que decide y no consulta; que impone y no participa.
Para justificar el hecho político consumado de quedar obligados a trascender con el nombre de Cervantes el intendente dispuso de una propaganda de fuerte poder disuasivo que oculta en razones económicas las razones ideológicas de su política. Nadie que estuviera plenamente consciente de la historia de su pueblo hubiera podido ser promotor de esta carátula y simultáneamente sostener un esquema de promoción cultural de tan alto valor discriminatorio. Fue absolutamente desigual al afectar los fondos públicos, generosos para el Quijote de Regazzoni y visiblemente mezquinos, a pocos metros, para la plazoleta por el respeto a aquellos pueblos, por la que tuvo que reclamar durante años una comunidad educativa que suplicó primero y mostró su enfado, finalmente.- La precariedad del esfuerzo estatal puede verse en el espejo del estrecho perímetro sobre el que se levanta el busto de Catriel, cacique de estas tierras.- Es el mismo gobierno que respondió con indiferencia a la donación de la colección etnográfica latinoamericana de Osvaldo Laurini, rechazada por razones de economía y condenada a la dramática soledad del abandono azuleño.-
Nos hablan y nos insisten sobre el interés común del intercambio cultural y turístico, pero al mismo tiempo, increíblemente en Octubre (el 11 fue el último día de libertad de los pueblos humillados y masacrados), se realizó la inauguración oficial de esta Fiesta para reafirmar, como si fuera cierto, que somos cervantinos o que abrazamos los ideales del Quijote. Mentira. No lo somos. Ni abrazamos esos valores. Cervantes expresó sus propias ideas en un contexto que no nos pertenece y Quijote representó las utopías que sólo puede reinterpretar la sociedad en la que fue imaginado. Pero en la persistencia de los sueños que siguen conformando nuestra constelación hoy traicionada está la esperanza de que algún día el vencido derribe la desigualdad de esta pugna ideológica y lo haga a través de su arma más poderosa: la cultura.-
Porque al reconocimiento constitucional de nuestros pueblos originarios se opone la tremenda deuda oficial de fundar también constitucionalmente derechos operativos para quienes siguen siendo sometidos a la degradación –no se les devuelven las tierras, se los sigue despojando de las pocas que conservan, se los persigue, se los mata, se los explota, no se los indemniza, no se reivindican las lenguas nativas, no se hacen leyes las costumbres de las comunidades que sobreviven. Esto sucede en Argentina, a la que pertenece esta ciudad que hoy pretenden vender al mundo con título falso.-
Este cervantismo no es genuino. Honrar a Cervantes de este modo es hasta discutirlo, porque sobre la integridad de su pluma viene a fortalecerse el predominio cultural del viejo mundo en una época en que resurge con fuerza el espíritu latinoamericano en éste, también mundo viejo. Asistimos a una nueva cruzada hispánica que apoyada en sus símbolos más fuertes –como el quijote- intenta apropiarse de nuestra propia visión de la historia para reforzar otra vez el relato de las culturas amigas. Cervantes no hubiera resistido a esta manipulación filosófico-política. Por alguna razón, él mismo fue repudiado en su época por la misma España. Y nosotros no podemos aguantar de nuestro gobierno municipal semejante renuncia y entrega.-
Esta voz que hoy levanta sus razones SOSTIENE: que en el contexto político actual de Latinoamérica hay luchas ejemplares fundadas en lazos de solidaridad regional, sobre las que evolucionan los pueblos por sus derechos, a las que adhiere y en las que se inspira;
RECHAZA toda política oficial que con la excusa del beneficio económico y turístico impone una lógica conceptual, discursiva, cultural y política que traiciona la verdad histórica y justifica el etnocidio, reinventando el concepto de encuentro de culturas;
IMPUGNA la cualidad cervantina con que pretende identificar al pueblo azuleño, por la única circunstancia de conservar en uno de sus museos privados ediciones originales del Quijote que, por otra parte, no han sido cedidas al Estado.-
REIVINDICA sus raíces etnológicas y su identidad en siglos pretéritos, donde residen los valores que el Estado debiera destacar por ser los naturales al pueblo que representa.-
INSISTE en la necesidad de participar en la discusión de las políticas culturales comunitarias que hoy se ven reducidas a gestiones burocráticas de exclusión, control e intransigencia.-
ANIMA a que el pueblo hunda su mirada en lo más profundo de su realidad y su pasado, para alcanzar su propia visión del mundo;
SUBRAYA que la cultura no puede ser vencida por la explotación comercial que la degrada a un mero elemento de consumo;
HONRA a Miguel de Cervantes, invitando a la comunidad a hacerlo a través de la profundización de su estudio en el contexto sociopolítico y cultural adecuado, despojado de los intereses con los que estos gobiernos explotan el símbolo de lo que el mismo Cervantes hubiera discutido;
Y EXHORTA a retomar la palabra de aquellos que -olvidados y nadies- explican a través de su pasado los motivos por los cuales hoy somos mayoritariamente, nosotros mismos, tan olvidados y tan nadies.-
Esta voz que hoy hablamos tiene más de 500 años de lucha; sigue una sombra, herencia de silencios.-
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