Qué cosa. El mismo padre Nicolás Basile, recientemente fallecido, fue honrado en numerosas oportunidades. Honrado por la gestión duclosista, la jerarquía eclesiástica, la comunidad. Dios sabrá si en el concepto de comunidad estará todo el pueblo de Cacharí. Allí se erige un monumento a su persona. Este sacerdote que, entrevistado en una ocasión y en el marco de una investigación judicial e histórica, dijo no saber nada del secuestro y desaparición del matrimonio Raggio-Balbuena y el niño/a por nacer que Norma (Raggio) llevaba en su vientre y todavía se busca.
El padre Basile no podía desconocer este hecho que causó escándalo en Cacharí en aquellos años de dictadura, siendo delegado municipal Don Arístegui. Varios vecinos dieron sus testimonios. Norma Raggio y Raúl Balbuena fueron secuestrados violentamente del interior de la peña en el Rancho Charahuinca, en medio de un megaprocedimiento que impactó a la comunidad cachariense. Ni el Ejército ni la policía -como han contado los vecinos - pudieron intervenir sin el conocimiento de las autoridades políticas y religiosas, las que sin embargo, tantos años después, dijeron no tener idea de que algo así hubiera sucedido. Ni Arístegui, ni el Padre Basile.
De él queda el monumento con el que ha sido honrado.
De Norma y Raúl, queda un hijo vivo, todavía desaparecido y deshonrado como sus padres.
Desaparecidos.
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