Evidentemente, el país está atravesando una crisis. La
inflación llega al 30 % anual, atacando los ingresos de los trabajadores,
aunque no se trata de un problema puntual, ya que las propias finanzas del
estado están comprometidas. Mientras el pueblo sufre la degradación sistemática
de su salario, los dólares que el gobierno pretende obtener no irán a un plan
de viviendas populares o a hospitales,
sino al pago de la deuda externa y a subsidiar a grandes empresas. La crisis actual tiene como telón de fondo que
las promesas del kirchnerismo han sido una gran estafa… Tras una década,
un 35 por ciento de los trabajadores se
encuentran en negro, el número de tercerizados y precarios es aún mayor a este porcentaje.
Un 70 por ciento de la masa laboral gana –en promedio – 3000 pesos al mes; la
desocupación es de alrededor de un 15 por ciento de la población activa, lo que
demuestra, que en verdad, la desmentida “crisis capitalista” sí golpeo a la
Argentina.
La juventud debe jugar un rol independiente, ya que es
aquella castigada por el trabajo flexible y precario que se extendió con este
gobierno. Otra vez, llega el invierno y la falta de gas será noticia en todo el
país… ¿Esta es la “década ganada”? Necesitamos, infaliblemente una alternativa.
Tenemos planteada una pelea política y, como primer objetivo, buscamos
reunirnos con los estudiantes que estén interesados en participar de los
centros de estudiantes, para poder trabajar en un relevamiento social de
organización y destacar los conflictos importantes, plantear una salida a estos
conflictos a través de un programa de
reivindicaciones estudiantiles en defensa de todos los estudiantes y de la
educación pública.
A los centros de estudiantes
debemos mantenerlos independientes de las autoridades y las organizaciones
paraestatales, porque las mismas tienen como única función disciplinarnos para
poder frustrar nuestras luchas y mantener vigente el desfinanciamiento de la
educación pública en beneficio de la gestión privada de la enseñanza.
Como sabemos, la mayoría de
los estudiantes pertenecemos a familias trabajadoras; por ese motivo, nuestros
padres se ven diariamente expuestos a destinar parte de su salario en nuestra
educación. Considerando la situación que atraviesa la clase trabajadora en
nuestro país, somos conscientes de que muchas veces su salario no llega a
cubrir las demandas que nuestra enseñanza exige. Además, vemos diariamente el
crecimiento de una juventud que se ve obligada a trabajar (en condiciones de
subocupación y precarización laboral) para poder solventar sus estudios. Cabe
destacar que éstos son los mayores motivos del desgranamiento estudiantil.
Nuestras exigencias abarcan
un amplio reclamo, que va desde el pedido de un plan de becas eficiente, hasta
el financiamiento de las problemáticas edilicias, incluyendo también la lucha
por el boleto estudiantil, la pugna por la entrega de las netbooks y todas las
reivindicaciones de los estudiantes.
Hace ya varios años, en
nuestra ciudad venimos observando varias problemáticas que han traído como
consecuencia diversos levantamientos estudiantiles en defensa de la educación
pública, como lo fue la toma del Instituto Dos, la constante lucha por la
Escuela Nº 17, los reclamos de los estudiantes del Nacional por las obras del
gas, las movilizaciones en el Normal por las precarias condiciones del
establecimiento (que ponían en riesgo la integridad física de los jóvenes que
allí concurrían), como así también la gran movilización del Instituto Nº 156
(Palmiro Bogliano) en contra del cierre de carreras. Por todas estas
problemáticas es imperioso que los estudiantes nos organicemos en contra de las
políticas nefastas que vienen aplicando los gobiernos de turno. Para ello,
debemos unir las luchas bajo un ente que las coordine y garantice la firme
eficacia de los reclamos a través de un plan de lucha. Por ello, desde la UJS
apuntamos a la formación de una coordinadora estudiantil.
Viva la lucha
estudiantil!!!
Aylén Juárez.
Guillermo Berger.
(UJS Secundarios, Azul)
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