martes, 28 de mayo de 2013

La UJS por la lucha estudiantil

Tomala vos, damela a mí!!!

Los estudiantes nos encontramos cotidianamente ante nuevos desafíos. En la actualidad, la gran mayoría de los colegios secundarios, institutos terciarios y universidades enfrentan ante el calor de la lucha la defensa de la educación pública. Las crueles políticas neoliberales que se vienen llevando a cabo atentan contra el derecho a la enseñanza gratuita y pública. Claramente, este no es sólo un atentado contra los jóvenes, sino también un golpe a la clase trabajadora. Junto a otras medidas, es un ataque sistemático al salario.

A la hora de organizarse, los estudiantes plantean el debate acerca de qué posición hay que tomar frente a las nefastas políticas que atacan a los intereses del estudiantado. Para poder analizar tal posición, es necesario estudiar cuál ha sido el accionar histórico de los gobiernos de turno.

Desde la década del setenta ha comenzado a desarrollarse en todos los países del mundo (con el Banco Mundial como gran auspiciante) la reconocida "reforma educativa". La misma no es más que un impulso capitalista que pone como pilar central el beneficio de los negociados de un grupo de parásitos, vividores de los males sociales. Para ser más claro, esta reforma se basa en el desfinanciamiento de la educación pública y el desarrollo de la educación privada. Allí residen los intereses de los capitalistas en la educación. Pero como si esto no fuera poco, la reforma fue lanzada bajo el estéril argumento de “ligar la educación y el trabajo”. En otras palabras, la modificación de todos los planes de estudio puesta al servicio de las necesidades de los capitalistas.

Claramente no han sido solamente las dictaduras militares las que han atentado contra la juventud estudiante y las clases populares. Ya en democracia, los gobiernos de turno han seguido el rumbo de los intereses empresariales en la educación. Desde una perspectiva más amplia y crítica, pareciera que el sistema necesita atacar sistemáticamente a la juventud para poder garantizar un negocio vil de las expresiones juveniles. En la década del 90, durante el mandato de Menem, el financiamiento de la educación pasó de estar en manos de nación a ser responsabilidad de las provincias y en algunas ocasiones de los municipios (en ambos casos, muchos de ellos quebrados). De esta manera los gobiernos, férreos defensores de la burguesía, continuaron (a través de subsidios millonarios a la educación privada) el proyecto que iniciaron las dictaduras militares. Como consecuencia de la Ley Federal y la Ley de Educación Nacional, hoy tenemos un sistema educativo que se desploma, que no está ni cerca de cubrir las necesidades de la gran mayoría de la población, pero que a su vez desarrolla sin límites el financiamiento de las instituciones educativas de gestión privada, tal es así que los colegios privados llegan a ser más de la mitad del sistema educativo. El kirchnerismo ha intentado ser la cara opuesta a las políticas menemistas, pero no ha sido más que una gran contradicción entre lo dicho y lo hecho. Sobran los discursos, sobra la propaganda oficial, pero faltan medidas políticas que le pongan fin a este avasallamiento a la educación. El oficialismo ha desarrollado aun más las nefastas políticas liberales y ha agregado nuevos paquetes de leyes que profundizan una orientación en la política educativa que nos conduce al abismo.

Pero ¿cómo afrontamos los estudiantes el desafío de luchar en defensa de la educación pública? En primera medida, es clave defender las herramientas con las cuales contamos los estudiantes para poder luchar contra la avanzada de los capitalistas. Nuestra herramienta es la organización del estudiantado a través de los centros de estudiantes, pero claro está que los centros de estudiantes deben ser independientes de los gobiernos de turno y de las autoridades reaccionarias. Los estudiantes independientes debemos colocarnos en la vereda opuesta a la de los centros que cumplen funciones paraestatales, porque tales movimientos no tienen otra función más que disciplinar a los estudiantes en función de defender las arcas de la burguesía. El desarrollo de los centros de estudiantes combativos es crucial para poder alcanzar las reivindicaciones de la juventud.

   …Si no hiciésemos política, los centros de estudiantes quedarían relevados a clubes de estudiantes en donde hablaríamos del partido del domingo y nos sentaríamos a ver cómo la juventud pierde la posibilidad de formarse y por ende de construir el futuro, es decir, estaríamos viendo a los futuros desocupados. Si fuese así, deberíamos dejar las reivindicaciones de los estudiantes archivados en un cajón, ya que estas están ligadas a la política…

…Las autoridades y el gobierno prohíben a los jóvenes reclamar por sus justos reclamos. Cuando un alumno es consciente de la situación en la que estamos sumergidos, y decide organizarse y organizar a sus compañeros para reclamar sus necesidades, el Estado, la Iglesia, los capitalistas, nos dicen que debemos olvidar esto, “no hacer política”. ¡Pero al querer analizar por qué hay compañeros que no pueden concurrir a clases, nos encontramos con la política en el medio!... Mariano Ferreyra  La Caldera año 2004


Afrontemos la lucha en Azul: en nuestra ciudad, la educación es una de las cuestiones más polémicas. La falta de gestión a la hora de trabajar con las problemáticas de los jóvenes ha puesto en crisis la situación educacional de la comunidad. En muchos casos, los gobernantes han hecho oídos sordos a nuestras problemáticas, o han sido ineficientes a la hora de gestionar una solución a los conflictos. Muchas veces el fracaso a la hora de brindar soluciones, se encasillan en la complicidad política de la crisis educativa local. La cuestión edilicia en las instituciones educativas azuleñas es caótica, la falta de gas en los colegios, el parate de las obras en los mismos, la falta de higiene, son producto consecuente del ajuste que la provincia está llevando a cabo y la complicidad reaccionaria de los representantes del estado de todos los partidos patronales. Pero la estructura física de los colegios no es la única problemática que los estudiantes debemos enfrentar. La falta de becas y la constante amenaza de cierres de carreras y cursos es una traba para que todos los jóvenes puedan estudiar. En ese contexto, también es crucial la lucha por el boleto estudiantil. Las luchas no caducan ni tienen fecha de vencimiento, es por eso que los estudiantes azuleños debemos retomar la responsabilidad histórica de luchar por nuestros derechos y colocar a los centros de estudiantes en el centro de la discusión. Organicemos la lucha, vayamos por la unión estudiantil y trabajadora, despertemos la consciencia por la lucha de clases, y que sienta el tirano la rabia insurgente!!!

UJS -Azul


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