NO OLVIDAR, SIEMPRE RESISTIR
En las vísperas de un nuevo 24 de marzo, los estudiantes y jóvenes llevamos sobre nuestros hombros la obligación y el deber de garantizar de una vez por todas el “nunca más”. Como juventud, sentimos el enorme penar que han dejado en nuestro país las nefastas dictaduras militares, es por tal motivo que planteamos ante el estado una serie de reclamos para que la justicia sea de una vez por todas efectiva ante la tiranía de los desgastados dictadores.
Nosotros desde esta agrupación estudiantil vamos a reclamar en primer lugar, cárcel común y efectiva a todos los dictadores y sus cómplices civiles. Debemos tener en cuenta el carácter cívico-militar-eclesiástico de la última dictadura y por tal motivo denunciar a todos los gobiernos posteriores a 1983 que con la obediencia de vida, el punto final, y el indulto quisieron salvar a los recalcitrantes genocidas.
Hoy, a 37 años de aquel nefasto 24 de marzo de 1976 somos la juventud junto a los organismos de lucha los encargados de denunciar que existen aún funcionarios estatales que también lo fueron hace 37 años atrás. Tenemos que repudiar que los sindicatos aun están sometidos por burócratas como Gerardo Batallón Martínez (entregador de luchadores y activistas en la dictadura, perteneciente al batallón 601 de inteligencia). Si son los gobiernos de turno portadores de una amnesia histórica seremos los jóvenes los encargados de recordarles lo que sucedió y lo que sucede. Porque el 24 de marzo no es un día destinado sólo al triste recuerdo, sino un día de lucha y reivindicaciones, porque somos nosotros los que tenemos que seguir sosteniendo las banderas que hace casi cuatro décadas atrás sostenían los jóvenes masacrados por la dictadura.
Actualmente, en un estado democrático seguimos saliendo a las calles a luchar y a pedir justicia por los desaparecidos en democracia, por Julio López, quien fue secuestrado en la dictadura, dejado en libertad, y desaparecido nuevamente en el año 2006. Salimos a las calles todos los días porque los mismos que secuestraban a nuestros jóvenes en el 76 hoy hacen desaparecer en los barrios a nuestros Luciano Arruga. Pareciera que los viejos métodos de represión hoy criminalizan la pobreza. Existen en nuestro país más de 1800 casos de gatillo fácil. Porque en democracia debemos seguir lamentando muertes de luchadores sociales y trabajadores. El aparato represivo del estado sigue de pie y consolidado. Es inaceptable tener que contar con más de 70 muertes en protestas a lo largo de estos últimos 12 años. Entre ellos la muerte Darío Santillán y Maximiliano kosteki por la policía federal, el asesinato del docente Fuentealba y la del joven estudiante y militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, asesinado por las patotas estatales, además de la masacre a los pueblos Qom en el norte argentino.
Hace ya más de un año que el estado tiene abiertamente expuesta la ley contra la protesta social y el proyecto X. El espionaje al viejo estilo militar es algo que nos eriza la piel, es por eso que también pedimos por el desprocesamiento de los jóvenes inculpados por reclamar lo que corresponde.
Como estudiantes y futuros trabajadores de la educación movilicemos a la plaza San Martin, pedimos cárcel común y efectiva a todos los genocidas y sus cómplices, decimos basta a la impunidad, por Julio López, por Luciano Arruga, exigimos justicia por Mariano Ferreyra, prisión perpetua a Pedraza y todos los responsables, terminemos con el etnocidio contra nuestros pueblos originarios, basta de espionaje a las organizaciones y organismos de protesta, por los 30.000 desaparecidos decimos presente.
AGRUPACIÓN ESTUDIANTIL TODO UN PALO
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