lunes, 28 de enero de 2013

Los diarios mienten a diario



“La korpo vs la corpo”

Por Nahuel Mirande (Partido Obrero, Azul)
A un mes y medio del tan renombrado 7D, la lucha mediática se ha convertido en un vaivén de golpes entre el despreciable grupo golpista y el gobierno nacional, que acentúa cada vez más su constante decaimiento. La estelar aparición de Martin Sabatella al frente de la AFSCA  lo pone como nuevo referente y como nuevo abanderado político del kirchnerismo. Entre duros golpes y disputas legales, ambos grupos han polarizado la discusión mediática y han centralizado los conflictos estatales  en un verdadero cruce de medios bajo un único conflicto con un telón monotemático. Detrás de todo esto, el pueblo trabajador afronta cada día la inflación, la precarización laboral, el avance de la tercerización, la inestabilidad económica, entre otros problemas que hoy no se encuentran en el foco de la polémica, pero que en realidad deberían estarlo.

Es así que encontramos, por un lado, al grupo de medios más grande de Argentina y uno de los más poderosos y podridos de Latinoamérica, ese que arremete cada vez más con su despotismo laboral, el que atenta contra la vida de los sindicatos, el mismo que pactó con la dictadura, el que se manifestó a favor del nazismo, y que ha brindado un constante servicio de desinformación y manipulación inofrmativa.  Del otro lado, encontramos la otra Korpo, la que también fue bien recibida por Clarín; nos encontramos con el Kirchnerismo, los viejos amigos de Magnetto. Nos topamos en esta esquina del round al gobierno que se ha mostrado sumamente prolijo en cuanto al pago de la deuda usurera, que ha mantenido y sigue manteniendo los grandes monopolios de la minería, que otorga monopolios concesionados, que le da rienda suelta a Monsanto, que es el sostén de las privatizadas del menemismo. Esta batalla que se está librando en este momento no es más que la mera expresión de la lucha de los grandes capitales, la guerra legal y económica entre los peces gordos que ponen en juego una gran copa, de la cual no va a beber el pueblo obrero y trabajador. 

El grupo Clarin pone en juego sus sucios negociados y su supervivencia y el gobierno, el resultado electoral de cara al 2013.  Detrás de esta ley de medios se ve una fuerte disputa capitalista entre el derrocamiento del monopolio conspirativo y el reemplazo de otro monopolio estatal y de salvataje de los capitales afines al gobierno. En este forcejeo se ha colocado como eje de campaña la libertad de expresión. La libertad de exponer el periodismo en función del aporte y el derecho social de informar e informarse a través de la veracidad y objetividad. Pero está claro que estas características de la libertad de expresión no son cualidades que nos puedan otorgar ni la Korpo, ni la Corpo. Cuando en un determinado estado se produce una disputa de este carácter entre los gobiernos burgueses y los capitales  es necesario repasar la verdadera concepción del armado estatal según lo diagnostica el Marxismo. El estado es el producto del desarrollo histórico, asociado a la existencia de clases sociales antagónicas. “El estado es un producto de una sociedad en una etapa determinada de su desarrollo, cuando se ha enredado en antagonismos de clases irreconciliables. Para que esos antagonismos no devoren a la sociedad, es necesaria la existencia de una fuerza, situada aparentemente por encima de la sociedad, que mitigue el conflicto y lo mantenga dentro del orden. Esa fuerza surgida de la sociedad colocada por encima de ella y se divorcia cada vez mas es el estado”. (Engels, El Origen de la Familia, La Propiedad Privada y el Estado)

Nosotros vivimos en un tipo particular de estado, que es determinado por su carácter burgués, es decir, que está sumamente influenciado por una clase minoritaria y explotadora sobre el común de las masas. Por sus características,  este tipo de estado está concebido como  garantía de las condiciones políticas y económicas para la reproducción del capital. Este estado defiende los monopolios en manos de los capitalistas debido a su característica de explotador. El mismo no tiene problema en expropiar la propiedad privada de la clase obrera, por ejemplo, para salvar a los grandes banqueros. Puede cumplir un rol de juez en las disputas entre los mismos capitales que subsisten en el mismo estado, otorgando o quitando beneficios según la conveniencia propia. La burguesía no dirige de manera directa el estado, pero sin embargo, domina los monopolios de la producción, la prensa, la cultura y la educación y esto influye de manera obvia en la construcción de la opinión pública. Hacemos referencia a estas características porque son vitales para poder comprender este proceso de ley que otorga al estado la forma natural de los medios de comunicación.

El destino de las cooperativas y medios independientes no han sido el foco de atención de la ley. Esta conduce a los pequeños medios a  mendigar pauta oficial, por eso en 2011 medios como La Vaca, THC, Sudestada, y Barcelona, conformo Arecia,  (asociación de revistas culturales e independientes).

El día Sábado 26 de enero, el semanario El Ciudadano de Azul publicó en su contratapa un artículo que demostraba una clara bajada de línea política. Presentaba una perspectiva construida desde los paradigmas de un sector determinado de la clase política. En sus dos últimos párrafos, hacía mención al festival papelero, tratando de estériles a las agrupaciones que apoyaban la lucha, justificando incluso la ausencia de los representantes del municipio. Ahora mi pregunta es ¿este medio ignora la durísima lucha que pasaron y que están pasando los trabajadores papeleros?  Me gustaría saber qué es lo discutible del abandono de una causa popular por parte del estado. Las organizaciones que hace más de un años están luchando codo a codo con los obreros papeleros, como así también con los conflictos que golpean a la clase trabajadora, ¿son estériles? Claro que cada cual posee el derecho y la libertad de decir lo que le plazca, ahora me parece un tanto hipócrita que este medio que ha recibido una suma de 150.000 pesos en subsidios por parte del estado se manifieste de esta manera ante una lucha obrera (pocas veces vistas en la ciudad). Es aberrante. Queda plasmado de una forma cristalina cuál es el posicionamiento del propietario y director del semanario. Un mercenario más del modelo, un defensor de lo indefendible.

Queremos que nos cuenten qué pasa cuando los periodistas o los trabajadores de los medios oficialistas difieren en su pensamiento, queremos saber qué pasa con los medios independientes ¿también hay subsidios de 150.000 pesos? Desde aquí repudiamos la pluma mercenaria de Bitonte. Con la causa papelera, no!!!


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