Publicado por ACIJ.
Desde Sin Corrupción vivimos con mucho interés
todos los acontecimientos de la causa Ciccone. Cada una de las situaciones que
se van descubriendo coinciden con nuestro trabajo central (entre muchos otros
temas, falta de controles preventivos dentro del Poder Ejecutivo, fallas en los
organismos de control, ausencia de investigaciones posteriores, posibles
negociaciones incompatibles de funcionarios públicos, falta de independencia de
la justicia para investigar, relaciones indebidas entre magistrados y abogados
de funcionarios poderosos, ética en el ejercicio profesional de la abogacía en
causas de corrupción, rol del Ministerio Público, falencias en la división de
los poderes del Estado).
Dada la enorme complejidad del tema -y todas las
aristas que tiene- hemos intentado realizar un resumen que, de manera
cronológica, contenga los elementos más centrales, el mismo será publicado en
dos partes. En esta primera entrega, les presentamos una breve introducción
sobre la imprenta Ciccone y sus negocios con el Estado.
.
La imprenta Ciccone
Calcográfica
La imprenta Ciccone Calcográfica –fundada en
1951, una de las más importantes del país- venía agonizando, por problemas
económicos, desde el año 2008.La AFIPle pidió la quiebra por poseer una deuda
superior a 200 millones de pesos y, en agosto de 2010, la justicia comercial
hizo lugar a ese pedido. Ante esa situación, se alquiló temporariamente la
planta de Ciccione en Don Torcuato a Boldt S.A., una empresa de impresión y
juegos de azar. Poco después, una nueva presentación dela AFIP en el expediente
-sin expresar las razones que hubiesen justificado su cambio de posición-
produjo el levantamiento de la quiebra y derivó en la cesación del alquiler. La
planta se puso nuevamente en funcionamiento y, en consecuencia, Boldt se vio
obligada a retirarse del establecimiento.
El salvataje de Ciccone se produjo con una
inyección de dinero proveniente de un fondo denominado The Old Fund, cuyo
director Alejandro Vandenbroele pagó 567 mil pesos en efectivo para comenzar a
levantar la quiebra. Según los directivos de Boldt –en evidente guerra comercial
con Ciccone- el socio y supuesto mejor amigo del Vicepresidente dela Nación
Amado Boudou, José María Núñez Carmona, los visitó hace unos meses para
avisarles que debían retirarse de la planta. La ex esposa de Vanderbroele, Laura
Muñoz, sostuvo que éste es testaferro de Nuñez Carmona y Boudou.
Vandenbroele admitió conocer a Núñez Carmona,
amigo de la infancia y socio de Boudou en varios emprendimientos privados. El
primero aparece nombrado por varios protagonistas del caso Ciccone -que aún no
dieron testimonio con nombre y apellido ante la Justicia, con la excepción del
representante de Boldt- como la persona que decía representar a Boudou en las
negociaciones por Ciccone.
En la solicitada que publicó Vandenbroele sostuvo
que tuvo una relación comercial con Nuñez Carmona hace un par de años pero que
no conoce a Boudou. Todavía no ha sido demostrado el vínculo entre Nuñez Carmona
y la nueva conducción de Ciccone.
Una de las primeras tareas de Ciccone, ahora
rebautizada Compañía de Valores Sudamericana (CVS), fue la impresión de las
boletas electorales del Frente para la Victoria, para las primarias de agosto
del año pasado.
Los negocios de la ex Ciccone con el
Estado
El contrato más importante que tiene la nueva
Ciccone (CVS) es la impresión de billetes. Hace pocos días, el Banco Central
aprobó que la Casa de la Moneda(organismo estatal) provea 1200 millones de
billetes. De esos, unos 400 millones serán impresos en las instalaciones de CVS,
y numerados y cortados en la entidad del Estado. Por ese trabajo, CVS cobrará
alrededor de 50 millones de dólares. La titular de la Casa de la Moneda es Katya
Daura, una ex funcionaria dela Anses que tiene lazos con el vicepresidente
Boudou.
Ciccone también está a punto de alzarse con la
impresión de un millón de patentes de vehículos. Para esto todavía falta la
firma del Ministro de Justicia, Julio Alak. Ciccone compitió con otra empresa
llamada Erich Utsch Sudamericana, una compañía ligada a Boldt.
Una vez que se hicieron públicos los
hechos, renunció el ex gerente general del Banco Central, Benigno Vélez, un
funcionario vinculado al vicepresidente. A su vez, la presidenta dela Casadela
Moneda había hecho público que se iban a adquirir máquinas impresoras –similares
a las que tiene Ciccone- para ampliar la capacidad de producir billetes, pero
esa operación no se efectuó.
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