jueves, 1 de diciembre de 2011

A los Artistas

Declaración Felco Bolivia 2011

 

Mientras en todo el mundo la bancarrota capitalista pone en jaque al conjunto de las relaciones sociales existentes y empuja al capital a una ofensiva feroz contra los pueblos en todos los ámbitos, el arte y la cultura no son la excepción.

Lo que existe en potencia en todo ser humano, la capacidad de plasmar un conjunto de experiencias sensoriales, simbólicas, emotivas, culturales, históricas, en lo que llamamos una obra de arte, se encuentra vedado para la mayoría de la humanidad. Son las condiciones materiales de existencia de esa gran mayoría las que impiden el pleno desarrollo de esta potencia. Son las relaciones sociales existentes las que determinan que sólo una pequeña porción de la humanidad tenga acceso a la producción, la exhibición, y el disfrute del acto artístico.


La avasallante mayoría que queda fuera, forma parte de la masa de explotados que solo cuenta con su fuerza de trabajo para vender, y a quién se le quita cada vez más la posibilidad de educarse y formarse en la producción artística. Se los condena a la producción impersonal y al trabajo mecánico, impidiendo el desarrollo de su expresión en el terreno de lo simbólico. Solo una pequeña porción de esta mayoría logra vencer las trabas que la situación provoca, y logra desarrollarse como artista popular.

En este contexto, sólo aquellos seleccionados por el mercado serán considerados verdaderos artistas por este. Pero el artista, lejos de ser una figura ideal, capaz de abstraerse de la realidad, es una persona de carne y hueso, sujeta a las fuerzas sociales en pugna y a las limitaciones de la organización social actual.

Se encuentra, así también, maniatado por un mercado capitalista del arte, en donde los dueños de los espacios, revistas, galeristas, curadores, productores, merchants, serán los encargados de calificar y valorar la obra para convertirla en una mercancía más sujeta a las necesidades del mercado, que impide su expresión en verdadera libertad. Este mercado, a su vez, dominado por la cultura impuesta desde el imperialismo, se encuentra en crisis como todo el sistema capitalista.

Es en este contexto que los gobiernos latinoamericanos dejan el fomento de la educación, la producción, la exhibición y la distribución del arte en manos privadas o le destinan mínimos recursos. La prueba son las leyes de mecenazgo que intentan promulgar. Dejando el fomento del arte a empresas privadas y a sus intereses, cercenan, desde el comienzo, las posibilidades de desarrollar un arte independiente y libre de los condicionamientos que su mecenas imponga.
El artista, entonces, reconocido o no, en potencia o en acto, comparte con el conjunto de la clase obrera la necesidad inmediata de enfrentar el avance de la privatización, el vaciamiento, el empobrecimiento, los despidos, y la alienación que propugnan los capitalistas como fórmula de rescate del agotamiento del sistema.
Con total independencia del Estado y de sus partidos, los estudiantes, artistas y trabajadores de la cultura debemos organizarnos. Exigirle al Estado la ampliación de los presupuestos de cultura bajo gestión de sus trabajadores y rechazar el mecenazgo como forma de financiamiento; la creación de bolsas de trabajo para artistas controlada por sus organizaciones, y exigir los recursos para el desarrollo artístico independiente (salas de exposición, talleres, difusión, centros culturales, etc.).

Para ello, debemos poner en pie un movimiento de artistas sin imposición ni restricción estética alguna, que luche por el derecho al acceso a la cultura de la juventud y el pueblo, junto a los trabajadores, en el camino hacia la transformación por una sociedad sin explotación en la que pueda existir un arte verdaderamente libre.

Aprobado por unanimidad en la Asamblea
La Paz, 25 de Noviembre de 2011
Felco Bolivia 2011
Publicado en:
PODIGITAL 1205 (digital) 
Felco / Ojo Obrero

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